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El gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo el jueves que ordenó el despliegue de más de 5,000 tropas de la Guardia Nacional de Texas, junto con más de 2,000 policías estatales, para ayudar a las fuerzas del orden locales a gestionar las protestas contra el presidente Donald Trump y las continuas redadas federales de inmigración.
El anuncio de Abbott no detalló el destino de las tropas, pero algunas fueron vistas en una protesta el miércoles por la noche en el centro de San Antonio, cerca del Álamo. La protesta atrajo a cientos de manifestantes, pero no derivó en violencia.
Se planean más protestas el sábado en San Antonio y en todo Texas, en ciudades como Houston, Austin y Dallas, como parte del movimiento nacional “No Kings”.
Las protestas de principios de esta semana en Austin y Dallas provocaron breves enfrentamientos con la policía, que utilizó irritantes químicos para dispersar a la multitud. Aproximadamente una docena de personas fueron arrestadas.
“Las protestas pacíficas son parte del tejido social de nuestra nación, pero Texas no tolerará la anarquía que hemos visto en Los Ángeles en respuesta a la aplicación de la ley de inmigración por parte del presidente Donald Trump”, declaró Abbott. “Cualquiera que participe en actos de violencia o daños a la propiedad será arrestado y responderá con todo el peso de la ley”.
La decisión del gobernador republicano de Texas contrasta marcadamente con la del gobernador de California, Gavin Newsom, un demócrata que se ha enfrentado públicamente con Trump por su decisión de desplegar personal de la Guardia Nacional y la Marina en Los Ángeles.
Los alcaldes de San Antonio y Austin han dicho que no pidieron a Abbott que movilizara a la Guardia Nacional a sus ciudades.
Abbott, quien ha sido gobernador desde 2014, ha sido agresivo al desplegar la Guardia en el pasado, particularmente para controlar la inmigración en la frontera.
Desde 2021, la Guardia Nacional de Texas ha desempeñado un papel destacado en la Operación Estrella Solitaria de Abbott, y miles de efectivos se han desplegado para ayudar a controlar los cruces fronterizos. Un acuerdo con la administración Trump en febrero otorgó a los soldados de la Guardia Nacional de Texas la autoridad para arrestar y detener a personas que ingresan ilegalmente a Estados Unidos desde México.
Texas también ha establecido una base fronteriza permanente para las tropas de la Guardia, una instalación de 80 acres (30 hectáreas) que albergará hasta 1.800 tropas cuando esté terminada.
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