Por Juan Carlos Cué Vega
Cónsul de México en Brownsville
Una de las variables de las actividades de protección consular llevadas a cabo por las representaciones mexicanas en el exterior, es la constante comunicación con los reos mexicanos en las cárceles y centros de detención de la circunscripción. A través de estas visitas, de contactos con sus abogados defensores y con sus familiares y de la atención de sus necesidades dentro de su lugar de reclusión, se mantiene siempre una interacción que resulta vital para el detenido, quien enfrenta muchas vicisitudes, tristezas, depresiones y angustias. En muchos casos, su única esperanza y desahogo lo encuentra en la visita que un representante del consulado le hace y con sólo sostener una conversación en su idioma y fuera del lenguaje interno y agresivo de las prisiones, encuentra una recuperación moral que le permite sobrevivir.
Esta importante acción desarrollada por los oficiales consulares también ha sido afectada por los efectos que la actual pandemia del llamado enemigo silencioso ha causado en muchos sectores. Además, ha significado un reto tanto para las autoridades encargadas de las prisiones, como para quienes somos responsables de atender las necesidades de los mexicanos que por diversas razones se encuentran privados de su libertad.
Al respecto nos parece muy importante mencionar que dentro de la circunscripción consular de nuestra oficina en Brownsville, hemos tenido la fortuna de que no ha habido brotes de la enfermedad al interior de las prisiones. Un sólo caso se presentó en una persona detenida en Puerto Isabel, individuo que fue puesto de inmediato en cuarentena y se notificó oportunamente a este consulado. En cuanto a las prisiones de la ciudad, las del Condado Cameron y del Condado Willacy, tampoco se nos ha hecho saber ninguna incidencia. Esto se debe principalmente a que los alguaciles han tomado las debidas precauciones. El hecho de que así haya sido, representa sin duda, un motivo de tranquilidad para los familiares de los reos. Cabe señalar también, que los detenidos han sido una importante parte de la ecuación, pues han mantenido disciplina y orden, cumpliendo las instrucciones y acciones preventivas de los guardianes de las prisiones. Esperamos sin duda que esto continúe, independientemente de que sabemos las difíciles condiciones que enfrentan las personas en reclusión.
Sin embargo, el poder desempeñar nuestro trabajo, sí ha enfrentado diversas dificultades, como son el hecho que no se pueda visitar personalmente al reo y tener la privacidad y confidencialidad necesaria de una entrevista personalizada. En ese sentido, nuestro trabajo se ha visto reducido a llamadas telefónicas y atención a distancia. Es relevante hacer notar que hemos encontrado gran cooperación en los responsables de la administración carcelaria, pero las condiciones sanitarias no lo permiten de otra forma y es también muy importante preservar la salud de todos.
Como es previsible que estas condiciones perduren por un buen tiempo, es necesario que los cónsules busquemos formas diferentes para poder cumplir atinadamente nuestras responsabilidades. En este sentido, afortunadamente las nuevas tecnologías permiten formas novedosas de comunicación, por lo que estaremos conversando con los jefes de los respectivos buros de prisiones a fin de explorar una comunicación virtual, que al mismo tiempo preserve una intimidad que otorgue certeza jurídica y seguridad personal en las comunicaciones entre representantes consulares y reos. Estamos seguros que encontraremos eco, pues es sin duda una forma de atender un problema y necesidad humana de comunicación, de socialización, de acompañamiento y de transmisión de necesidades para su atención.
Estamos muy pendientes de nuestros mexicanos en prisión. Nos escriben con gran frecuencia solicitándonos que se les auxilie para contactar a sus familias, a sus abogados, para transmitir quejas de problemas al interior, para cambiarles dinero y depositarles para que puedan comprar cosas y artículos de primera necesidad como jabones, pasta de dientes, cepillos y otros enseres que hay en las tiendas de las cárceles, para que reciban atención médica adecuada y en general, para supervisar que sus derechos no sean violentados. No obstante, tendremos que ser creativos y versátiles para atender de la mejor manera a nuestros paisanos detenidos, pues este virus llego para quedarse.
Si usted tiene alguna preocupación por algún familiar que se encuentre detenido en nuestra área de acción, llámenos, estaremos haciendo todo lo necesario para atenderle. Recuerde que en el Consulado de México estamos para servirle.
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