PANDEMIA Y HURACAN: RETOS DE LA RESPUESTA SOCIAL.



Por Juan Carlos Cué Vega

Cónsul de México en Brownsville

 

Estimados compatriotas:

La naturaleza sigue dándonos fuertes batallas. Primero la pandemia, con sus muy terribles consecuencias para el mundo, para Mexico, para los Estados Unidos y para nuestro Rio Grande Valley. Después, nos llega un huracán que deja a su paso muchos daños materiales, aunque afortunadamente no tenemos fatalidades de pérdidas de vida que lamentar. No sabemos que más pueda presentarse en el futuro, pero lo que si podemos es prepararnos y estar listos tanto en lo que se refiere a organizarnos y prever y por la otra, para actuar y ser parte activa de la solución.

Empiezo por presentar, a nombre propio y de mis compañeros del Consulado de México, las más sentidas condolencias a todas aquellas familias que hayan perdido algún familiar por COVID-19, deseando que pronto encuentren paz y consuelo.

Al momento de escribir estas líneas, el Condado Cameron registra más de 190 defunciones, principalmente en la ciudad de Brownsville y otras poblaciones importantes. Mucho ha hecho la autoridad para atemperar esta situación, más lo cierto es que estamos frente a un impredecible mal que requiere una conjunción entre las acciones oficiales y la responsabilidad social.

A la autoridad le corresponde informar a la población sobre medidas para protegerse, sobre la evolución de la pandemia, sobre centros para aplicación de pruebas, hospitales y camas disponibles para el tratamiento de casos. También le incumbe dotar a los centros de emergencia de todos los materiales y asegurarse de que exista el suficiente número de personal médico capacitado. En mi opinión, a diferencia de otros lugares, el manejo que ha hecho el Juez Eddie Treviño y las autoridades en las distintas ciudades como Harlingen, San Benito, Los Fresnos, Isla del Padre, Puerto Isabel, han sido sumamente responsables y comprometidos. Nuestro agradecimiento para ellos.

De igual forma, damos las gracias al trabajo que desempeñan los doctores, enfermeros y enfermeras, paramédicos, conductores de ambulancias de emergencia, primeros respondientes y todas las personas que han intervenido en la prestación de servicios médicos durante la pandemia. Merecen nuestro total reconocimiento y agradecimiento por la forma como se han entregado a la atención de esta gravísima emergencia.

Ahora bien. Aquí es donde entramos el resto de la población y habitantes del Condado. Es necesario seguir cumpliendo con las directivas médicas y órdenes ejecutivas de la autoridad para frenar esto. A veces sorprende ver la cantidad de personas que no usan el cubre bocas o que no guardan la distancia social, las que siguen organizando fiestas o bailes con una gran cantidad de personas. Este comportamiento social no se correlaciona con el grado de compromiso de los sectores ya mencionados y, es más, tiene una incidencia negativa ya que genera repudio de quienes sí nos apegamos a las normas impuestas por el surgimiento de la pandemia.

La perniciosa combinación entre la pandemia y el fenómeno metrológico Hanna, hace imprescindible que nuestra sociedad tenga una respuesta que reúna políticas sociales con capacidad, recursos económicos suficientes, coordinación apolítica, solidaridad y humanismo.

Vayamos por partes. Los gobiernos locales en Estados Unidos tienen la gran ventaja de que pueden evitar el centralismo y verticalidad de las decisiones, por lo que tienen la libertad para definir el rumbo de sus políticas sociales a nivel local. Toda política es local dicen los más adentrados en los temas de política. Y si esto es cierto, la participación ciudadana es de primera importancia para expresar lo que se necesita y cómo se puede llevar a cabo. Involucrarse, entonces, es una primera acción y respuesta para que se generen más y mejores políticas sociales.

Ciertamente la recaudación fiscal a nivel condados o ciudades es mínima y por lo tanto insuficiente para enfrentar pandemia y efectos nocivos del huracán. Por ello, la sociedad sabe que puede pedir a sus representantes, al gobierno estatal y al federal fondos para la recuperación de los daños causados por ambas desgracias. FEMA y los fondos estatales están disponibles, La sociedad puede solicitarlos por las vías adecuadas.

Cuando se enfrenta un reto tan enorme como el actual, es necesario desvincularse de las filiaciones políticas. El aferrarse a aspectos ideológico-partidistas puede entorpecer en vez de facilitar las opciones de resolución de problemas. Trabajar juntos aun en época electoral, puede significar la gran diferencia entre el éxito y el fracaso como sociedad. Se trata de evitar más muertes, de atender a los damnificados y finalmente a lograr la supervivencia más que la victoria política.

Finalmente, para poder sobreponerse a las desgracias hace falta solidaridad lo que implica actuar con humanismo. La solidaridad debe estar orientada a hacer por los demás lo que nos gustaría que los demás hicieran por nosotros.

Los valores antes descritos forman parte de la esencia de nuestra comunidad hispana, mayoritariamente mexicana en la región del valle del Rio Grande. Actuemos de esta manera para pronto recuperar y resolver las dificultades emanadas de las circunstancias.

Si necesita cualquier apoyo, orientación, documentos o apoyo, cuente con el Consulado de México en Brownsville. Estamos para servirle.

 

 

 

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