MEXICO Y ESTADOS UNIDOS EN EL PRESENTE.



Juan Carlos Cué Vega
Cónsul de México en Brownsville.

El inicio de una nueva administración en los EUA significará, por una parte, importantes cambios en la política interna de este país, por la otra en su política exterior y de manera especial, en su relación con México.
El futuro institucional de la relación, más allá de las personas que ocupan el cargo de presidente de nuestros países, puede verse como una gran oportunidad para establecer las guias centrales y pasar de una relación históricamente co-dependiente, a una plenamente cooperativa.
La agenda binacional en esta ocasión, tendrá que basarse en los temas más atingentes considerando el momento presente. En primer lugar la cooperación para terminar o al menos reducir el impacto socioeconómico de la pandemia. Las acciones que Biden ha anunciado para su primeros 100 días, tanto en uso de mascarilla, como la necesidad de aportar pruebas negativas al volar a los Estados Unidos, permiten suponer que va en serio. México no debe quedarse atrás.
Como segundo tema, necesita México sugerir y Estados Unidos escuchar, propuestas e ideas para lograr un rediseño de la atención al fenómeno migratorio. México en su territorio y sus frontera y los Estados Unidos en los límites de la suyas, debe hacer lo propio y ejecutar los cambios necesarios en los procesos de migración legal, DACA, nuevo enfoque en asilo y refugio, atención fronteriza, arreglo del sistema de cortes migratorias y fondeo para el desarrollo en regiones expulsoras.
En tercer lugar debe atenderse el cumplimiento de lo pactado en materia comercial bajo la sombrilla del TMEC. Nuevas reglas laborales, fiscales, tarifarias y jurisdiccionales, con la presencia de paneles de solución de controversias, deberán hacer del trato económico bilateral uno más justo y completo para los dos lados, sin permitir ni caer en abusos.
Las exportaciones mexicanas deberán incrementarse notablemente para poder encarrilar la economía. Solo se logrará con el apego a la norma. El T-MEC será el tema central en materia económica. No tengo la menor duda de que México, su economía, su industria, sus leyes laborales y fiscales están plenamente preparados para que el tratado catapulte en realidad el desarrollo mexicano.
La cooperación en materia de seguridad, en especial contra el crimen organizado y el freno al tráfico norte sur de armas, deben ser una prioridad bilateral. Solo trabajando juntos se podrá salir adelante en esta materia. Si bien ya hay esfuerzos locales muy loables, conviene unir y agrupar en torno a la federación, a todos los estados del país para atacar este mal.
Es importante hacer notar que el presidente Biden ha nombrado a la ex embajadora de EU en México Roberta Jacobson como encargada de la frontera dentro de Consejo de Seguridad Nacional. Su capacidad, su experiencia y conocimiento de la dinámica fronteriza en los temas de seguridad, tráfico de armas, tráfico de personas, problemática de los cruces fronterizos derivada del COVID, infraestructura, medio ambiente, funciones de la CILA por ejemplo, hacen de ella un interlocutor de altísima calidad para establecer un verdadero diálogo de franco entendimiento.
El consulado de Mexica en Brownsville podrá jugar un destacado e importante papel mediante algunas acciones que alguna vez fueron determinantes como el Mecanismo de Enlace Fronterizo. Veremos si hay la disposición para echar a andar estos ejercicios políticos que dan mayor claridad a la vida bilateral.

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