EFE.
El pacto entre un grupo de senadores demócratas y republicanos con la Casa Blanca para restringir la migración en la frontera sur a cambio de ayuda militar para Ucrania fue rechazado este miércoles en el Senado de Estados Unidos.
El proyecto de ley, que tardó meses en negociarse y proponía cambios a las leyes de asilo de Estados Unidos, no consiguió los 60 votos necesarios para pasar a debate, con 50 votos en contra y 49 a favor.
Las críticas del expresidente Donald Trump, favorito para la nominación presidencial republicana, movilizaron a la mayoría de republicanos a votar en contra, a pesar de que el texto incluye restricciones migratorias que los conservadores han pedido durante años.
Sólo cuatro republicanos votaron a favor del proyecto, entre ellos James Lankford, el representante de este partido en las negociaciones.
Incluso Mitch McConnell, el líder de los republicanos en el Senado, dio la espalda a la propuesta.
Por parte de los demócratas, cinco senadores rompieron con la posición de su partido y se posicionaron en contra, citando en declaraciones públicas su rechazo a las restricciones migratorias.
El fracaso de este acuerdo deja a la administración de Joe Biden y a los demócratas en el Congreso luchando una vez más por encontrar alternativas para dar luz verde al envío de nuevos fondos para Ucrania e Israel, sus prioridades en política exterior.
El líder de la mayoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, indicó ya antes de la votación que buscará presentar hoy mismo un proyecto modificado, que sólo incluya la ayuda para Ucrania e Israel, por un valor de 95 mil millones de dólares.
Sin embargo, no está claro cómo se conseguirá suficiente apoyo para que esta propuesta avance también en la Cámara de Representantes, donde la mayoría republicana se ha mostrado escéptica a seguir financiando la defensa ucraniana a la invasión rusa.
El resultado de la votación también demuestra el rechazo que cualquier acuerdo con los demócratas para abordar la cuestión migratoria genera entre los congresistas republicanos a puertas de las elecciones generales de noviembre.
La propuesta fue duramente criticada por organizaciones de derechos humanos, ya que uno suponía de los cambios más restrictivos a la ley migratoria de Estados Unidos en décadas.