Ciudades como Houston, Dallas y otras cercanas a la costa de Texas, están a punto de crecer de manera inesperada, gracias al aumento del nivel del mar y a las mareas crecientes ocasionadas por el cambio climático, por lo que agentes inmobiliarios en Atlanta, Georgia; Denver, Colorado, y Las Vegas, Nevada, esperan hacer grandes negocios.
Los condados del interior de Los Ángeles, y cerca de Nueva Orleans, en Louisiana, de repente se llenarán un poco más, y desde Boston en el noreste hasta la punta de Florida, los estadounidenses estarán en movimiento.
Aproximadamente 13 millones de estadounidenses podrían en algún momento de este siglo convertirse en refugiados climáticos, expulsados de sus hogares por un aumento del nivel del mar de alrededor de 1.8 metros, según una nueva investigación.
Pero la situación no será privativa de los Estados Unidos, en todo el mundo quienes viven cerca de las costas tendrán que mudarse a ciudades más pobres.
Si los gobiernos y las autoridades municipales no toman las medidas correctas, el aumento del nivel del mar podría erosionar el cuatro por ciento de la economía global anual, dice un estudio separado.
Esto es que los habitantes de la costa podrían ser testigos del arrasamiento de sus pueblos o ciudades, pero también podrían ver cómo se hunde su prosperidad.
Científicos californianos informan en la revista PLOS One, de la Biblioteca Pública de Ciencias, que utilizaron sistemas de inteligencia artificial para calcular el escenario más probable cuando los estadounidenses abandonen la Bahía de Delaware, escapen de las ciudades de Carolina del Norte y del Sur y huyan de Florida ante el aumento del nivel del mar, las inundaciones costeras y las tormentas de viento cada vez más catastróficas.
Aseguran los investigadores que “el aumento del nivel del mar afectará a todos los condados de los Estados Unidos, por lo que todos deberían preocuparse, vivan o no en la costa”.
Señalan que en el año 2000, una tercera parte de la tierra urbana del planeta estaba en una zona vulnerable a las inundaciones, pero para 2040 podría aumentar al 40 por ciento, lo que quiere decir que en 2010, en los Estados Unidos, más de 120 millones de personas (40 por ciento de la población) vivían en condados costeros. Para 2020, esta proporción ya debe ser mayor.
Para 2100, al menos 13.1 millones de personas podrían vivir en tierras que probablemente se inundarían si el nivel del mar aumenta en 1.8 metros, a excepción de que hayan visto el futuro y se hayan alejado a algún asentamiento lejos de las mareas crecientes, lo cual presionará el mercado inmobiliario.
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