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Los vales para escuelas privadas y otras iniciativas de elección escolar se expandirían gracias a una orden del presidente Donald Trump que instruye a las agencias gubernamentales a reutilizar los fondos federales.
Se le está ordenando al Departamento de Educación que use dinero discrecional para priorizar los programas de elección de escuelas y dar a los estados nuevas pautas sobre cómo pueden usar el dinero federal para apoyar los programas de vales K-12.
La orden ejecutiva que planea firmar el miércoles podría liberar algunos fondos federales para destinarlos a la libertad de elección de escuelas, pero no está claro hasta qué punto podría lograrlo sólo con dinero federal. La gran mayoría de la financiación escolar proviene de fuentes estatales y locales, y las políticas de libertad de elección de escuelas son generalmente competencia de los gobiernos estatales.
La orden dice que las escuelas públicas tradicionales han fallado a los estudiantes y que la nueva administración revertirá el rumbo “abriendo oportunidades para que los estudiantes asistan a la escuela que mejor se adapte a sus necesidades”.
Otras agencias, incluidos los departamentos de Defensa, Salud y Servicios Humanos y la Oficina de Educación Indígena, recibirían instrucciones para ayudar a los estados y a las familias a encontrar formas de utilizar el dinero federal existente para programas de elección de escuela.
La orden, que se firmó en un momento en que los grupos conservadores celebran la libertad de elección de escuelas, se produce el mismo día en que los resultados de un examen nacional revelaron que los estudiantes estadounidenses siguen rezagados en lectura y han mejorado poco en matemáticas a raíz de la pandemia de COVID-19. La orden cita la conclusión de la Evaluación Nacional del Progreso Educativo de que el 70% de los estudiantes de octavo grado no son competentes en lectura y el 72% no son competentes en matemáticas.
En respuesta a los resultados, la administración Trump dijo que está “comprometida a reorientar nuestro sistema educativo para empoderar plenamente a los estados, priorizar el aprendizaje significativo y brindar acceso universal a una instrucción de alta calidad”.
Trump hizo campaña con la promesa de ampliar la elección de escuelas, un aspecto clave de la agenda educativa republicana desde hace mucho tiempo. Prometió crear “preferencias de financiación masivas” para los estados que adopten la elección universal de escuelas, una política que permite a casi todas las familias utilizar el dinero de la educación financiado por los contribuyentes para asistir a escuelas privadas, educación en el hogar u otras opciones además de las escuelas públicas locales.
Arizona se convirtió en el primer estado en adoptar la opción escolar universal en 2022 y varios estados republicanos la han seguido. Los opositores dicen que la política está diseñada para desmantelar la educación pública.
Durante su primer mandato, Trump también intentó ampliar la libertad de elección de escuelas y nombró a Betsy DeVos, una destacada defensora de la libertad de elección de escuelas, como secretaria de Educación. DeVos trabajó con los gobernadores para ampliar las políticas estatales, pero no logró que el Congreso aprobara una legislación que hubiera proporcionado exenciones fiscales para las donaciones realizadas para becas para escuelas privadas u otras opciones educativas.
Trump ha nominado a la multimillonaria magnate de la lucha libre profesional Linda McMahon para que se desempeñe como su próxima jefa de educación. McMahon, cuya audiencia en el Senado aún no ha sido programada, ha pedido una expansión de las políticas de elección de escuelas.
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