El clan: la red de negocios y de tráfico de influencias operada por Gonzalo “Bobby” López Beltrán en el Tren Maya.



Latin Us.

Por Mario Gutiérrez Vega

Gonzalo López Beltrán, el tercer hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, es el articulador de una red de negocios y de tráfico de influencias que controla miles de millones de pesos en la construcción del Tren Maya.

Así lo revela Amílcar Olán, íntimo amigo de los hermanos Andy y Gonzalo López Beltrán, y contratista que recibió millones de pesos del gobierno morenista de Quintana Roo por la venta de medicamentos, como lo publicó Latinus el pasado 6 de diciembre.

A través de una serie de audios a los que Latinus ha tenido acceso, Amílcar detalla cómo Gonzalo, quien se hace llamar “Bobby”, da órdenes, supervisa los tramos del Tren Maya y es quien opera el millonario negocio del balasto, que es la piedra triturada que va debajo de las vías del tren.

En los audios, se establece la relación de amistad, confianza y cercanía que hay entre Amílcar y el tercer hijo del presidente López Obrador. Son decenas las menciones que Amílcar hace de Gonzalo, a quien no sólo llama por su apodo, también lo trata cariñosamente como “Gonzalito”.

Latinus también documenta el alcance y la magnitud de los negocios y de las relaciones que se establecen en los audios a través de la investigación en registros públicos, en plataformas de transparencia y en los correos electrónicos hackeados al ejército por el colectivo Guacamaya.

Es un negocio redondo que se hace a través de la Secretaría de la Defensa Nacional y de los grandes consorcios encargados de construir los tramos del Tren Maya, a quienes Amílcar vende el balasto que necesitan.

 

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