AP.
La Corte Suprema de Estados Unidos anunció el viernes que mantendrá temporalmente en vigor las normas federales para el uso de un medicamento abortivo, mientras examina más a fondo las cuestiones planteadas en una impugnación judicial.
En una orden firmada por el juez Samuel Alito, el máximo tribunal de la nación pidió a ambas partes que se pronunciaran antes del martes sobre si las sentencias de tribunales inferiores que restringen la aprobación del fármaco mifepristona por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) deben entrar en vigor mientras el caso sigue su curso en los tribunales federales.
La orden apunta a que la Corte se pronunciará sobre esta cuestión a última hora del miércoles.
Por el momento, sólo se pide a los jueces que determinen qué partes de la sentencia dictada el 7 de abril por el juez de distrito Matthew Kacsmaryk en Texas, modificada por una sentencia de apelación el miércoles, pueden estar en vigor mientras el caso sigue su curso.
En el centro de la disputa legal está la autorización sanitaria que la administración de Alimentos y Fármacos (FDA) dio a la mifepristona hace 23 años.
La decisión de un juez en Texas de retirar la autorización sanitaria de la FDA a la píldora fue sostenida en parte por un tribunal de apelaciones de Louisiana el pasado miércoles.
En su fallo, el tribunal estipuló que el fármaco puede estar disponible sólo hasta las primeras siete semanas de embarazo y que debe ser recogido en persona.
La justicia estadounidense pidió a la Suprema Corte mantener el acceso sin restricciones a la píldora mientras se resuelve el caso en la corte de Louisiana.
“Si se permite que entren en vigor, las órdenes de los tribunales inferiores cambiarían el régimen regulatorio de la mifepristona, con consecuencias radicales para la industria farmacéutica, las mujeres que necesitan acceder al medicamento y la capacidad de la FDA para implementar su autoridad legal”, señaló el gobierno ante la Corte.
En el documento, el Departamento de Justicia asegura que el fallo del juez federal en Texas se basó en una “evaluación profundamente equivocada sobre la seguridad de la mifepristona“.
“Más de cinco millones de americanos han terminado sus embarazos usado las drogas y hoy, más de la mitad de mujeres en el país que deciden terminar sus embarazos dependen de la mifepristona“, argumentó el gobierno.
La organización que presentó la demanda en Texas contra la aprobación de la FDA, Alliance Defending Freedom, pidió a la Suprema Corte mantener el fallo del tribunal de apelaciones.
“La FDA puso sus intereses políticos por encima de la salud de las mujeres y las niñas cuando no estudió la peligrosidad de los medicamentos químicos para el aborto“, señaló la organización conservadora en un comunicado.
Según el Instituto Guttmacher, una organización sin ánimo de lucro que apoya el derecho al aborto, el 54% de las interrupciones de embarazos en Estados Unidos en 2022 fueron con píldoras abortivas como la mifepristona o el misoprostol.
La batalla política y judicial en torno al aborto se reavivó en Estados Unidos en junio del año pasado, cuando la Suprema Corte, de mayoría conservadora, tumbó el derecho constitucional al mismo a nivel federal, dejando en manos de cada estado la decisión.
Tras ello, decenas de estados gobernados por republicanos han restringido esta práctica.
La organización Planned Parenthood, que defiende una atención médica y reproductiva asequible de alta calidad en el país, calcula que desde entonces 18 de los 50 estados han prohibido el aborto o lo han restringido severamente, y que en 13 el acceso a ese servicio es en la práctica imposible aunque haya excepciones.
Con información de EFE.
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