El gobernador de Wisconsin, el demócrata Tony Evers, emitió el lunes una orden ejecutiva para aplazar dos meses las elecciones primarias en medio de la crisis por el coronavirus.
Es casi seguro que en la decisión intervenga la Corte Suprema.
Evers, quien inicialmente favorecía realizar las primaria el martes tal como estaba planeado, cambió de parecer ahora pide que los comicios se realicen el 9 de junio.
El caso de Wisconsin es considerado indicador de la lucha a nivel nacional sobre la posibilidad de efectuar elecciones en plena contingencia por el, algo que tendría severas implicaciones no sólo para las primarias internas de cada partido sino para las elecciones generales de noviembre.
Si bien varios estados tenían sus primarias programadas en semanas recientes, Wisconsin era el único en insistir en el voto en persona a pesar de la pandemia. La postura llamaba la atención ya que el gobernador ha emitido órdenes de quedarse en casa y de cerrar todos los negocios no esenciales. Docenas de centros de votación están cerrados.
Inicialmente Evers y los republicanos coincidían en la necesidad de realizar las primarias el martes porque al mismo tiempo se estaba votando para una cantidad de cargos cuyos períodos iniciaban en dos semanas. Aparte de eso se realiza una elección para magistrado de la Corte Suprema estatal en que un candidato conservador compite contra un liberal.
Los demócratas, tanto a nivel local como nacional, acompañados de una combinación de grupos liberales y activistas, presentaron una demanda en los tribunales, exigiendo que la elección sea postergada y que sean aplicadas otras reformas.
Un juez federal la semana le otorgó a los demócratas una victoria parcial, permitiendo el conteo de votos a distancia hasta el 13 de abril y demorando hasta esa fecha la publicación de resultados electorales. Pero tanto ese juez como luego un tribunal federal de apelaciones se negaron a posponer las elecciones.
Los republicanos apelaron a la Corte Suprema, pidiendo que no permita el conteo de votos a distancia más allá del martes con el argumento de que los resultados podrían ser filtrados al público: El tribunal sopesa intervenir en el asunto.
Según datos de la Universidad Johns Hopkins, hasta el lunes había unas 1,29 millones de personas infectadas en todo el mundo y casi 71.000 muertos. En Estados Unidos iban más de 337.000 infectados y unos 9.600 decesos.
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