El primer ministro británico Boris Johnson regresará a trabajar después de recuperarse de una infección de coronavirus que lo envió a terapia intensiva, mientras su gobierno enfrenta críticas por las muertes y trastornos que ha causado el virus.
La oficina de Johnson informó que estaría de regreso al número 10 de Downing Street el lunes, dos semanas después de que fue dado de alta de un hospital londinense. El secretario de Exteriores Dominic Raab —quien ha estado a cargo del país— dijo el domingo que Johnson, el único mandatario a nivel mundial que fue diagnosticado con el coronavirus, estaba “ansioso de regresar”.
Gran Bretaña ha registrado 20.732 muertes entre la gente hospitalizada con COVID-19, el quinto país en el mundo en superar los 20.000 decesos. Se cree que miles más fallecieron en asilos de ancianos.
Johnson, de 55 años, pasó una semana en el Hospital St. Thomas, incluidas tres noches en terapia intensiva, donde le dieron oxígeno y fue supervisado a toda hora por el personal médico. Después de ser dado de alta el 12 de abril, dio un mensaje por video en el que agradeció al personal del hospital por haberle salvado la vida.
Johnson no ha sido visto en público desde entonces, y se ha recuperado en Chequers, el refugio rural del primer ministro en las afueras de Londres.
Mientras estaba convaleciente, la cifra de muertes por coronavirus ha aumentado en Gran Bretaña, con otros 413 decesos anunciados el domingo.
Los políticos de oposición dijeron que la cifra de muertes del país podría haber sido menor si el gobierno Conservador de Johnson hubiera impuesto un confinamiento a nivel nacional antes. Sin embargo, también exigen saber cuándo y cómo el gobierno reducirá las restricciones que fueron impuestas el 23 de marzo y que están vigentes hasta por lo menos el 7 de mayo.
Algunas personas y negocios pierden cada vez más la paciencia con las restricciones, que han paralizado gran parte de la economía y vida diaria de la nación. El tránsito ha empezado a aumentar luego de disminuir drásticamente cuando se impuso el confinamiento y algunos negocios han empezado a reabrir después de implementar medidas de distanciamiento social.
Pero el gobierno de Johnson, que enfrenta críticas por haber sido demasiado lento en imponer el cierre, parece no tener prisa. Raab señaló que no habría ningún cambio drástico en las restricciones.
Por su parte, los científicos dijeron que Gran Bretaña ha alcanzado el punto máximo de la pandemia, pero todavía no está fuera de peligro. El número de personas hospitalizadas con COVID-19 está disminuyendo y el número de muertes diarias alcanzó su pico el 8 de abril.
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