En medio del confinamiento domiciliario al que nos obliga la pandemia desde hace varias semanas, se consumó la “reasignación” de mil 850 millones de pesos por parte de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano a la Comisión Nacional de Vivienda para destinarlos al programa de mejoramiento barrial. Contra toda lógica, en este contexto de emergencia sanitaria el titular de la secretaría, Román Meyer Falcón, prioriza la estética urbana sobre el derecho a la vivienda.
CIUDAD DE MÉXICO. – Por instrucciones del titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Román Meyer Falcón, se eliminó el subsidio que la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) iba a destinar a la remodelación o construcción de 13 mil 160 casas. Ahora, esos recursos se canalizarán al programa de “mejoramiento barrial” de la secretaría.
El reajuste presupuestal de la partida, equivalente a mil 850 millones de pesos etiquetados para el subsidio de vivienda urbana popular, ocurrió el pasado 19 de marzo, ocho días después de que la OMS declaró la pandemia de covid-19 y en coincidencia con los primeros llamados de las autoridades mexicanas a quedarse en casa.
Remodelación de casas, a segundo plano
La reasignación de recursos se aprobó ese mismo día en la segunda sesión extraordinaria de la Junta de Gobierno de la Conavi, organismo descentralizado que dejará de cumplir sus metas en 2020, de acuerdo con el acta de la reunión celebrada en el arranque de la contingencia sanitaria.
El propósito es destinar esos recursos al Programa Integral de Mejoramiento Barrial de la Sedatu, el cual está enfocado al mejoramiento de la infraestructura urbana de colonias populares y la construcción de parques en perímetros de alta incidencia delictiva –si bien esos jardines no se pueden ocupar debido a la recomendación sanitaria de quedarse en casa– para disminuir la cifra de contagios por infección de SARS-Cov2.
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