Las armas de fuego estadounidenses nutren al crimen organizado y son responsables de 7 de cada 10 crímenes de alto impacto que se cometen en México, por lo que su combate es una prioridad, aseguró la Secretaría de Relaciones Exteriores.
La magnitud del problema, agravado desde 2004 cuando se suspendió la restricción para la fabricación, transferencia y posesión de armas semiautomáticas para uso civil, derivó en el planteamiento al secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, para realizar operativos que frenen el tráfico ilegal de armas hacia México.
A través de una nota informativa, la dependencia aseguró que de acuerdo con diversas estimaciones, cada año son traficadas a México desde Estados Unidos más 200 mil armas de fuego, facilitada por la diferencia de legislaciones en armas de ambos países.
“Las víctimas de arma de fuego traficadas desde Estados Unidos se cuentan por miles. En 1997, únicamente el 15 por ciento de los homicidios dolosos se cometían con armas de fuego. El porcentaje de asesinatos dolosos en los que se utilizó armas de fuego fue creciendo paulatinamente. Desde 2012, ha crecido año con año hasta ubicarse en los niveles actuales cercanos al 70 por ciento”, señaló la cancillería.
Aunado a que en 2018 se encontró que las armas de fuego fueron utilizadas en el asesinato con dolo de 20 mil 082 personas y para lesionar intencionalmente a otras 10 mil 497 personas más; mientras que la primera mitad de 2019 se contabilizaron ya 10 mil 274 homicidios y 5 mil 633 lesiones dolosas en los que se utilizaron armas de fuego.
En este sentido, la cancillería señaló que se ha encontrado que las armas traficadas provienen de la venta de arsenales en bazares de armas, en donde por lagunas legislativas, no es necesaria la verificación de antecedentes penales a compradores.
Una segunda fuente para obtención de estas armas es en las armerías en donde, si bien se realizan verificaciones de antecedentes criminales, los traficantes utilizan “compradores de paja” para su adquisición; y en tercer lugar se ubica la el robo a armerías o a propietarios legales.
La cancillería mexicana afirmó que tan sólo en 2016 se robaron mil 114 armas en Georgia, 930 en Texas y 690 en California, de las cuales se estima que un porcentaje terminó siendo utilizada en crímenes que se cometen en México.
En este contexto refirió que el Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF, por sus siglas en inglés) confirman que la mayoría de las armas decomisadas por las autoridades mexicanas tienen su fuente en Estados Unidos.
“Entre los años fiscales 2012 y 2017, las autoridades mexicanas decomisaron y enviaron a la ATF para su verificación un total de 98 mil 654 armas, de las cuales 69 mil 140, es decir, un 70 por ciento fueron rastreadas con origen (manufactura o importación legal) en Estados Unidos”, detalló.
Asimismo destacó que casi la mitad de las armas traficadas de Estados Unidos y confiscadas en México son rifles y pistolas semiautomáticas como AK-47, AR-15 y sus variantes; además de que se ha identificado que la mayoría de las armas involucradas en la comisión de delitos vienen de Texas.
.