Reuters.
El número de menores que atraviesan el hostil Tapón del Darién, solos o con familiares, crecería alrededor de un 24% este año frente al 2022 ante la persistencia de las condiciones que obligan a los migrantes a huir de sus lugares de origen, estimó la agencia de Naciones Unidas para la infancia, Unicef.
El Tapón del Darién, la selva que separa Colombia de Panamá, es la región más intransitable y peligrosa de América Latina, se ha convertido en el paso de decenas de miles de migrantes desde Sudamérica, en su largo trayecto hasta la frontera de México con Estados Unidos.
Diana Romero, especialista de protección en emergencias de Unicef, dijo en una entrevista con Reuters la tarde del viernes que el organismo estima que unos 60 mil menores se aventurarían por la selva, frente a los 40 mil 438 que lo hicieron en el 2022.
“Nuestro llamado a las familias que van a tomar la decisión es que la revisen bien”, dijo Romero, tras destacar que muchos migrantes que arriban a Panamá les han asegurado que no hubieran expuesto a sus hijos a los peligros que conlleva el viaje si hubieran sabido a qué se enfrentaban.
En 2022, una cifra récord de 248 mil migrantes atravesaron de manera irregular la selva del Darién, de los cuales un 16% fueron menores de edad, de acuerdo a cifras oficiales.
Unicef estima que el número total de migrantes se eleve también alrededor de un 20% este año, a unas 300 mil personas.
La experta dijo que en los últimos cuatro años han identificado un cambio en el perfil de las personas migrantes que atraviesan el Tapón del Darién.
Antes predominaban los adultos que luego de instalarse en un nuevo destino buscaban que sus parientes se les unieran. Ahora, las familias viajan completas, huyendo de la pobreza, la violencia, y falta de oportunidades.
Ante el creciente flujo de migrantes en los últimos años, el gobierno panameño ha tenido que pedir ayuda a organismos internacionales para atender las necesidades de miles de personas.
Esta semana, autoridades militares y diplomáticas de Colombia y Panamá acordaron aumentar la presencia de las Fuerzas Armadas y las operaciones conjuntas en la selva, con el apoyo de Estados Unidos, para combatir el narcotráfico, la extracción ilícita de minerales y la migración irregular en esa región.
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