EFE.
Activistas denunciaron el jueves que un tren que construye el gobierno de México en Sonora, estado en la frontera con Estados Unidos, pone en riesgo al jaguar, el mayor felino de América y que está en peligro de extinción.
Ambientalistas acusaron al gobierno mexicano de retirar la declaración de protección ambiental en el rancho El Aribabi, primera área destinada voluntariamente a la conservación en Sonora, para construir el proyecto, conocido como Tren Fantasma, lo que pone en riesgo la zona de migración del jaguar hacia Arizona, Estados Unidos.
Alejandro Olivera, director en México del Centro para la Diversidad Biológica (CDB), denunció que el Estado mexicano violenta sus propias leyes ambientales, amenaza al único río limpio en la región y a especies como el ocelote y el jaguar, míticos felinos de América.
“Era un área destinada voluntariamente a la conservación, un sitio que presenta una gran biodiversidad, la cual justo atraviesa el río Cocóspera; ahora ya no existen estas áreas protegidas, todo por la culpa de este proyecto ferroviario”, explicó Alejandro Oliveira del CDB.
El Tren Fantasma es un proyecto implementado por el gobierno de Sonora y construido por el Ejército mexicano que pretende sacar las vías del tren de la ciudad fronteriza de Nogales para evitar y liberar el tráfico vehicular en la ciudad, colindante con Arizona.
Pero el nuevo trazo de las vías pasó, sin contar con los permisos ambientales, a través de la zona de migración de especies como el jaguar, venados, osos y ocelotes.
“Ahora el tren se suma a la construcción del muro fronterizo, por lo que a las especies se les va a dificultar migrar de México hacia los Estados Unidos, como lo han hecho toda su existencia”, advirtió el especialista.
El Centro para la Diversidad Biológica presentó una queja en la Comisión de Cooperación Ambiental (CCA) del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) para denunciar presuntas omisiones en las leyes ambientales mexicanas.
La solicitud con base en el artículo 24.27 del T-MEC insta a la CCA a investigar y desarrollar un expediente de hechos porque “el gobierno avanzó durante más de un año con el proyecto ferroviario sin permisos ambientales”.
La obra, argumenta, atraviesa los municipios de Imuris, Santa Cruz y Nogales, fragmenta el corredor biológico del jaguar Sierra Azul-El Pinito, y destruye la reserva ecológica Rancho El Aribabi.
“El gobierno comenzó a construir este proyecto ferroviario bajo una supuesta autorización de impacto ambiental provincial, figura que invalidó la Suprema Corte de Justicia Nacional, estuvo más de un año sin permisos ambientales, deforestando los municipios”, agregó el experto.
La desviación de las vías del tren fuera de Nogales a través de las áreas naturales afecta hábitats de jaguares, ocelotes, osos negros, coyotes, venados, monstruos de Gila, reptiles, aves y otros animales protegidos por la Norma Oficial Mexicana 059 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
La obra, según denunció el CDB, busca agilizar el comercio, principalmente para la minera Grupo México, que tiene entre sus filiales a Ferromex, que transporta vehículos de exportación, minerales y metales, productos agrícolas, materiales de construcción, insumos industriales, químicos y fertilizantes.
.