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Texas ha comenzado a enviar migrantes en avión desde la frontera sur de Estados Unidos hacia Chicago, después de que la ciudad adoptó una postura más estricta hacia los autobuses que el gobernador republicano, Greg Abbott, ha estado mandando hacia el norte desde el año pasado.
El primer vuelo llegó este martes con 120 migrantes a bordo, informó la oficina de Abbott.
Desde abril de 2022, el gobernador ordenó a funcionarios estatales que comenzaran a enviar a migrantes en autobuses hacia ciudades con gobiernos demócratas.
Más de 80 mil migrantes han sido reubicados de esta forma —incluidos 23 mil en Chicago— como parte de la misión de seguridad fronteriza de Abbott conocida como operación estrella solitaria.
El Ayuntamiento de Chicago votó la semana pasada para implementar sanciones más estrictas contra los operadores de autobuses que no dejen a los pasajeros en un punto designado de llegada ni llenen los documentos requeridos por la ciudad.
Las autoridades de la ciudad de Chicago han dicho que los operadores empezaron a tratar de bajar a los pasajeros en ciudades vecinas para evitar sanciones, las cuales incluyen multas y confiscación de vehículos.