Tengo miedo, pero por mis hijos”, dice Melissa Lucio, la madre latina sentenciada a muerte en Texas.



The Independent.

Numerosas organizaciones, expertos y legisladores insisten que las autoridades están a punto de ejecutar a una mujer inocente. “Si yo hubiera sido de otra raza, alguien con dinero, con un título, creo que el jurado me hubiera visto de una forma muy distinta”, dice ella desde la cárcel. 

Melissa Lucio, quien ha sufrido toda una vida de abusos por parte de familiares y de sus parejas, lleva desde 2008 en el corredor de la muerte en el área rural de Texas acusada de matar a su hija de dos años, un crimen que ella dice nunca cometió.

A días de su ejecución pautada para finales de abril, esta madre latina de 53 años, de origen mexicano, sólo piensa en el sufrimiento de sus pequeños. “Por supuesto que tengo miedo”, dijo Lucio en una entrevista con la agencia EFE desde la cárcel. “Pero tengo miedo por mis hijos, porque nadie vaya a estar ahí para apoyarles”, señaló.

Lucio está acusada desde 2008 por la muerte de su hija de 2 años Mariah Alvarez, fallecida un año antes. Es una de solo siete mujeres en el corredor de la muerte en Texas, y la única latina.

La fiscalía argumentó en el juicio que la mujer mató a su hija de una paliza, mientras que ella afirmaba que la pequeña, que tenía malformaciones en las piernas, se cayó por la larga y vieja escalinata de su casa en la localidad de Harlingen en un momento de descuido, mientras se organizaba una mudanza a otra residencia.

Lucio cree que su posición de latina y su condición social afectó su condena de muerte. 

“Si yo hubiera sido de otra raza, alguien con dinero, con un título de educación secundaria o una carrera, creo que el jurado hubiera visto las cosas de una forma muy distinta”, indicó en la entrevista desde la cárcel de Mountain View, tras una pantalla de vidrio y rodeada de rejas. 

Su caso ha atraído la atención de numerosas organizaciones, expertos y legisladores, que insisten que las autoridades están a punto de ejecutar con la inyección letal a una madre latina que es inocente de matar a su hija de dos años, que murió por un accidente. 

Melissa dice que justo después de la muerte de Mariah, la policía la interrogó agresivamente durante horas sin la presencia de abogados hasta que, exhausta, decidió decirles lo que “ellos querían oír”. “Pero yo no lo hice”, repite.

La pequeña Mariah falleció a consecuencia de una contusión craneoencefálica, que las autoridades atribuyeron a los malos tratos, y que Melisssa alega fue resultado de su caída, una versión que ahora respaldan varios expertos forenses.

Su defensa acaba de lanzar el último gran intento para evitar esa suerte antes del 27 de abril, fecha cuando se concretaría la pena de muerte. Presentaron un pedido de clemencia este martes ante la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas del estado. En tanto que el jueves, los 81 integrantes de la Cámara de Representantes estatal —tanto republicanos como demócratas— dirigieron una carta a la junta pidiendo revisar el caso.

“Hoy tengo más esperanza que había tenido en el pasado. Tengo más esperanza y más fe”, dijo a Noticias Telemundo el hijo de la mujer acusada, John Lucio.

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