Entre 2006 y 2017, las procuradurías y fiscalías estatales reportaron mil 606 fosas clandestinas, de las cuales fueron exhumados dos mil 320 cuerpos, 169 osamentas y 584 restos de personas, en 24 entidades del país.
Así lo destaca el informe “Violencia y Terror: Hallazgos sobre las Fosas Clandestinas en México 2006-2017”, de la Universidad Iberoamericana, y de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos.
En este mismo rango de años, Tamaulipas ha sido la entidad con mayor número de fosas registradas, seguida de Guerrero, Veracruz, Sinaloa, Zacatecas y Jalisco. Estas seis entidades concentran 70.55 por ciento de los 24 estados.
Tamaulipas concentra por sí solo 18.74 por ciento del total de fosas clandestinas registradas por las fiscalías del país. Esto se debe a que 301 fosas clandestinas han sido observadas en esa entidad desde 2010 hasta mediados de 2017. Guerrero, Sinaloa, Veracruz, Zacatecas y Jalisco han superado los más de 100 hallazgos en este periodo.
“El gobierno está obligado a dar respuesta a las víctimas, porque estas víctimas tienen nombre, tienen familia y están ilegalmente enterradas o siguen desaparecidas”, destacó Lucía Chávez, de la Comisión Mexicana de Defensa de los Derechos Humanos.
En tanto, el rector de la Ibero, David Fernández, advirtió que pese a lo marcado por la Ley de Víctimas, la Comisión de Búsqueda no tiene dinero: “No hay los recursos económicos que están prometidos y la búsqueda no ha arrancado, pese al compromiso hecho por el subsecretario Encinas”.
Para el representante en México de la ONU, el informe Violencia y Terror: Hallazgos sobre las Fosas Clandestinas en México 2006-20017 representa sólo una parte de los casos del universo real de las fosas clandestinas.
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