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El general Ricardo Trevilla, secretario de la Defensa Nacional (Sedena), dio la explicación oficial al hecho de que 19 miembros del Cártel de Sinaloa, leales a Ismael “El Mayo” Zambada murieran en un enfrentamiento con soldados sin que hubiera bajas por parte de los militares.
En el operativo del inicio de semana, sólo fue capturado con vida Edwin Antonio “N”, alias “El Max” o “El Oso”, señalado como uno de los cabecillas en la zona de ese grupo delincuencial.
En la conferencia de prensa de la presidenta Claudia Sheinbaum, el titular de la Sedena destacó que tras la detención de los líderes de ese grupo delincuencial —“El Mayo” y Ovidio Guzmán, hijo de “El Chapo”—, la delincuencia incrementó su capacidad de fuego y violencia.
“Eso ha hecho que los grupos delincuenciales sean más violentos, estén más armados y también que cuiden más a sus líderes. Después de la captura de Ovidio, sobre todo en Sinaloa, los delincuentes aumentaron mucho sus escoltas, (tienen) sicarios muy violentos dispuestos a dar la vida de sus protegidos, de sus escoltados; más armados, mucho mayor violencia. Y el personal militar que asiste a este tipo de eventos pues es gente adiestrado, capacitado, con mucha disciplina, con equipo de protección, chalecos antibala, cascos. Y bueno, este es el resultado”, aseguró.
El general Trevilla Trejo informó que lo ocurrido en el enfrentamiento ya investigado por autoridades civiles y militares para determinar si hubo alguna violación de derechos humanos.
“Respecto de lo que se menciona, pues ya está investigando la Fiscalía General de la República, tomó cartas de inmediato y también la Fiscalía de Justicia Militar en caso de que se haya violado o cometido algún delito del orden militar. Y en su momento ellos serán los encargados de informar lo que corresponda”.
Respecto de estos hechos, un día antes la presidenta Sheinbaum afirmó que en su gobierno no serán toleradas las ejecuciones extrajudiciales y sostuvo que la acción de los soldados fue en respuesta a una agresión.
Su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, presumía que en México ya se habían acabado las masacres en hechos que involucraran a los cuerpos de seguridad.
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