La Opinión.
El Comité de Relaciones Exteriores del Senado aprobó este lunes por unanimidad la nominación como Secretario de Estado a Marco Rubio, un duro detractor de China y firme defensor de Israel, como secretario de Estado del presidente Donald Trump.
La mayoría de los 100 miembros del Senado respaldaron a Rubio mientras la votación continúa días después de que el miembro de largo plazo de los comités de relaciones exteriores e inteligencia del Senado aprobara sin problemas su amistosa audiencia de confirmación.
Se este modo, Rubio se convierte en el el primer hispano y el primer funcionario al frente de esa cartera con un español totalmente fluido. Es el primer nominado por Trump en obtener la confirmación del Senado.
Senador desde 2010, Marco Rubio, que no recibió un solo voto en contra de su confirmación, se ha ganado durante los años el respeto de sus compañeros de la Cámara, lo que facilitó una confirmación rápida para el cargo, a diferencia de otros nominados para el gabinete mucho más polémicos.
Según analistas, Rubio es considerado un político de línea dura en política exterior y gran conocedor de temas internacionales, especialmente de Latinoamérica.
En el Senado ha mantenido una postura en contra de China e Irán, y se ha expresado partidario de las sanciones a Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Rubio tiene buena popularidad a nivel nacional, incluso, en 2016 intentó hacerse de la nominación presidencial republicana, pero Donald Trump obtuvo la candidatura.
Tras aquel momento, Trump lo llamó ‘Pequeño Marco’, lo que suponía una fractura entre ambos personajes, pero luego el senador le expresó su respaldo y lealtad.
Ya en 2024, Rubio apareció en varios reportes como posible compañero de fórmula de Donald Trump para la Vicepresidencia, antes de que el presidente optara por J.D. Vance.
Pese a ello, en un movimiento político estratégico, Trump lo nombró como secretario de Estado, en busca de atraer a población latina en las elecciones y su estrategia funcionó, al lograr cifras récord por el republicano.
.