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“Cada persona tiene que hacer su parte” repitió en varias ocasiones el juez del Condado de Cameron durante la serie de cuestionamientos que elementos de los medios de comunicación le hacían durante la conferencia de prensa de este martes en donde se reitero que vivir con el virus de coronavirus-COVID-19, es la nueva normalidad y se tendrá que a prender a vivir con ello al menos por un año más.
Lo anterior fue asentado por James Castillo, representante de la Autoridad de Seguridad Púbica, además de manifestar que de acuerdo a un estudio la propagación del COVID-19 son consecuencia de reuniones en donde los asistentes no utilizan la cobertura facial y olvidan mantener la distancia.
Enfatizó que usar una máscara, refugiarse en casa, lavarse las manos con frecuencia y evitar las multitudes son clave para frenar la propagación.
“Esto no va a desaparecer”, dijo Castillo. “Vamos a tener que vivir con esta enfermedad al menos durante el próximo año, incluso con una vacuna. Esto continuará al menos por otro año. Es la nueva normalidad. La gente tendrá que aprender a adaptarse y vivir con eso ”.
Indicó que cuando una persona ingresa por COVID-19 al hospital permanecerá por varios días internado y no es un proceso fácil de experimentar.
“El tiempo promedio que se espera que una persona esté en el hospital es un poco más de una o dos semanas, hasta que mejoren y se vayan o mueran en el hospital”, dijo Castillo. “Es realmente importante que todos tomen esto muy en serio. Esto no va a desaparecer “.
La actual situación que se vive ante esta pandemia fue la razón por la cual el juez del condado Eddie Treviño Jr. firmó una orden de emergencia enmendada el 29 de junio que ordena el uso de coberturas faciales, impone restricciones a las reuniones sociales, promulga un toque de queda en todo el condado y cierra temporalmente el acceso a las playas del condado.
Y en las reuniones no debe de haber más de 10 personas.
El Juez Treviño precisó que el principal motivo por la que se decidió tomar estas medidas se basó en el hecho de que en las últimas dos semanas se ha visto, en consulta con los hospitales, el impacto del aumento de casos en hospitalización.
Si el condado no reduce la tasa de infección, los resultados “podrían ser desastrosos y fatales” para los pacientes del hospital, y no sólo para aquellos infectados con COVID-19, dijo el Juez Treviño.
Los cuatro hospitales del condado podrían verse abrumados si las nuevas infecciones continúan al ritmo actual.
Leslie Bingham, CEO del Valley Baptist Medical Center-Brownsville, emitió una disculpa a los residentes de Brownsville por los largos tiempos de espera en la sala de emergencias del hospital, explicando que la sala de emergencias retiene a pacientes con COVID-19 porque no hay suficientes camas de tratamiento hospitalario para esos pacientes.
“Eso atrasa el proceso de atención de emergencia para todos los demás, por lo que ahora la gente espera mucho tiempo”, dijo. “Desafortunadamente, algunas personas se van sin recibir atención.
Las salas de emergencia se ocupan de muchas de las necesidades de la comunidad. En este momento, la comunidad está experimentando una tremenda frustración con las salas de emergencia locales “.
En esta misma conferencia de prensa, Matt Wolthoff, CEO del Centro Médico Harlingen, dijo que su sala de emergencias de 20 camas alberga actualmente a 25 pacientes con COVID-19, y que el personal se extiende casi hasta el límite.
“Los desafíos que enfrentamos tienen mucho que ver con nuestra capacidad de personal para esta pandemia”, dijo.
En lo que se refiere a revestimientos faciales, el condado ya no recomienda simplemente que los residentes los usen fuera del hogar.
El condado lo está exigiendo, aunque violar el mandato no conlleva ninguna sanción civil o penal, de acuerdo con la última orden de la oficina del gobernador Greg Abbott.
Sin embargo, las empresas pueden ser penalizadas por no requerir que los empleados y clientes usen coberturas faciales en todo momento cuando se encuentren en las instalaciones.
Además, bajo la orden del gobernador, el condado no permite reuniones externas de más de 100 personas, excepto servicios religiosos, campamentos juveniles, actividades deportivas recreativas y parques de diversiones.
El cierre de todos los accesos a las playas y los parques del condado hasta el 13 de julio tiene la intención de tratar de controlar el virus que se ha propagado rápidamente desde el fin de semana del Memorial Day a través de la transmisión comunitaria.
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