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El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, cedió el jueves en lugar de arriesgarse a un cierre del gobierno, y anunció que está listo para comenzar el proceso de consideración de un proyecto de ley de financiamiento gubernamental liderado por los republicanos que ha dividido ferozmente a los demócratas bajo presión para imponer límites al gobierno de Trump.
Schumer se dirigió a los demócratas en privado durante un animado almuerzo a puerta cerrada y luego hizo declaraciones públicas antes de la votación del viernes, que se celebrará horas antes de la medianoche, fecha límite para mantener el gobierno en funcionamiento. El senador neoyorquino afirmó que, por muy malo que sea el proyecto de ley republicano, un cierre sería peor, dando al presidente Donald Trump y al multimillonario Elon Musk “carta blanca” mientras arrasan con el gobierno.
“Trump ha incendiado nuestro país y ha usado el caos como arma”, dijo Schumer. “Para Donald Trump, un cierre sería un regalo. Sería la mejor distracción que podría pedir de su nefasta agenda”.
La medida de Schumer supone una posible solución a lo que ha sido un estancamiento de varios días. Los demócratas del Senado han organizado una protesta desesperada contra el paquete, que ya fue aprobado por la Cámara de Representantes, pero sin imponer las limitaciones que exigían a los esfuerzos de Trump y el multimillonario Musk por desmantelar las operaciones federales.
Los demócratas están bajo intensa presión para hacer todo lo posible para detener el Departamento de Eficiencia Gubernamental de la administración Trump, que está demoliendo agencias gubernamentales establecidas desde hace mucho tiempo y purgando a miles de trabajadores federales de sus puestos.
El propio Trump se ofreció el jueves a intervenir para negociar: “Si me necesitan, estoy ahí al 100%”.
Pero el presidente también comenzó a culpar a los demócratas por cualquier interrupción potencial, diciendo durante una reunión en la Oficina Oval: “Si se cierra, no es culpa de los republicanos”.
Los demócratas están impulsando un proyecto de ley provisional de financiación de 30 días como alternativa. Pero Schumer afirmó que los republicanos rechazaron esa oferta. Y aunque los demócratas estaban divididos sobre la estrategia, les preocupaba el caos adicional que, según afirman, Trump y Musk podrían causar si se cerrara el gobierno.
Schumer informó a los demócratas en un animado almuerzo a puerta cerrada que votaría a favor de proceder con el proyecto de ley. Sus comentarios, reportados inicialmente por The New York Times, fueron confirmados por dos personas familiarizadas con el asunto que solicitaron el anonimato para poder comentarlo.
“La gente tiene opiniones firmes en ambos lados”, dijo el senador Richard Blumenthal, demócrata de Connecticut, quien se opone al paquete.
Cuando el Senado abrió sus puertas el jueves, a un día de la fecha límite de medianoche del viernes, el líder de la mayoría republicana en el Senado, John Thune, dijo: “Es hora de que los demócratas pesquen o corten el anzuelo”.
Los debates sobre la financiación del gobierno federal surgen rutinariamente en momentos límite, pero este año están mostrando la influencia política de los republicanos, recientemente en el control mayoritario de la Casa Blanca y el Congreso, y las deficiencias de los demócratas, que se encuentran incapaces de detener el avance de la administración Trump en las operaciones federales.
En un inusual giro de los acontecimientos, los republicanos de la Cámara de Representantes se mantuvieron unidos para aprobar su proyecto de ley, mientras que muchos conservadores aplaudieron los recortes de DOGE, dejando a los demócratas al margen, quienes se opusieron. La Cámara abandonó la ciudad y envió el proyecto al Senado para su decisión final.
Las opciones para Schumer han sido limitadas y no hay garantía de que se apruebe el proyecto antes de la fecha límite.
Los republicanos tienen una mayoría de 53-47 y necesitarían que los demócratas apoyen el paquete para alcanzar el umbral de 60 votos, necesario para superar un obstruccionismo.
“Estoy en el bando de los que dicen que nunca, nunca, nunca hay que cerrar el gobierno”, dijo el senador John Fetterman, demócrata por Pensilvania.
Durante las próximas 24 horas, los demócratas se enfrentan a esta elección: proporcionar los votos necesarios para avanzar con el paquete, que financia las operaciones del gobierno hasta fines de septiembre, o arriesgarse a un cierre cuando el dinero expire la medianoche del viernes.
“Cederán”, predijo el senador republicano de Texas, John Cornyn.
Cornyn dijo que los demócratas “han estado criticando duramente a Elon Musk y a la administración Trump por la reducción de personal federal, y ahora básicamente quieren dejarlos sin trabajo paralizando el gobierno”. Añadió: “No sé cómo conciliar ambas posturas”.
Pero los demócratas progresistas, incluidos sus aliados en la Cámara de Representantes, están presionando a los demócratas para que pongan un límite contra Trump, incluso si eso implica un cierre federal.
El representante Greg Casar, demócrata por Texas y presidente del Caucus Progresista del Congreso, afirmó en redes sociales que el proyecto de ley republicano de la Cámara de Representantes “potenciará el robo de Musk a los trabajadores para financiar recortes de impuestos multimillonarios. Los demócratas del Senado deben detenerlo”.
En un giro sumamente inusual, el paquete de la Cámara también exigió que el Distrito de Columbia, que ya había aprobado su propio presupuesto equilibrado, volviera a los niveles de 2024, lo que provocó la indignación del alcalde y los líderes municipales. Advierten sobre fuertes recortes en los servicios municipales.
Schumer dijo que “trabajaría con ellos para solucionarlo”.
Los senadores demócratas están evaluando los próximos pasos mientras se preparan para la votación.
“Ambas opciones que se nos ofrecen están llenas de desesperación”, dijo el senador John Hickenlooper, demócrata de Colorado.
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Los escritores de Associated Press Darlene Superville, Aamer Madhani, Leah Askarinam y Stephen Groves contribuyeron a este informe.
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