Sale taller militar al quite por Covid



Ciudad de México.

Las batas azules que portan los médicos y enfermeras de hospitales militares y del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) que combaten al Covid-19 provienen en su mayoría de la Fábrica de Vestuario y Equipo (FAVE) de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que produce 2 mil juegos al día.

Por la materia prima no se para, la tela proviene del Instituto para Devolver a Pueblo lo Robado, derivado del aseguramiento de ese material en las Aduanas.

En la actualidad, en los talleres militares se fabrican 20 mil uniformes quirúrgicos, un pedido urgente que debe entregar en los próximos días para distintas instancias de atención al Covid-19.

El constante pico de contagios ha provocado que en la FAVE el personal castrense no pare de producir ropa hospitalaria las 24 horas de los siete días de la semana.

Las máquinas no han parado desde 2019 con la fabricación de 130 mil uniformes y misma cantidad de botas, gorras, playeras chaquetas y demás implementos para los elementos de la Guardia Nacional.

Ahora con la pandemia, el Alto Mando de la Sedena activó el Plan DN-III y los talleres militares comenzaron desde abril a fabricar uniformes de protección para los médicos, enfermeras y afanadores.

El Ejército reconoció que tuvo que suspender por un mes la fabricación de sus uniformes militares para atender la emergencia sanitaria.

El capitán primero Ricardo Ramírez Zamora, ingeniero industrial y jefe de la fábrica de Trazo y Corte de la FAVE, comentó que sus instalaciones tienen la capacidad para producir 2 mil 500 uniformes para los soldados al día.

No obstante, en el tema de la pandemia se priorizó una calidad mayor e inició la producción de 2 mil batas, pantalones, gorros y zapatos al día.

“Aquí se inicia el proceso productivo de los materiales que son adquiridos por la Sedena y lo que estamos trabajando es uniforme quirúrgico son 20 mil uniformes para el IMSS”, dijo a REFORMA.

“Toda la ropa quirúrgica que trabajamos aquí es azul en tela indiolino que es una tela 100 por ciento algodón para que pueda soportar los procesos de esterilización. Teníamos tela de nuestro programa de producción, sin embargo, se hicieron compras adicionales para abastecer la demanda; también recibimos material del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, nos proporcionaron telas de las que decomisan sistema de aduanas”, explicó.

La FAVE ya suma 2.7 millones de cubrebocas, 30 mil uniformes quirúrgicos, 72 mil zapatones y 72 mil gorros quirúrgicos que actualmente utiliza personal médico de los hospitales militares y del Insabi.

“Para los uniformes quirúrgicos se inicia con el tendido de tela, posteriormente realizamos la impresión, el plotter de las piezas que se van a cortar correspondientes al uniforme, y el tercer paso sería el corte de manera manual, utilizamos 800 uniformes en cada sentido.

“Y el último paso en este proceso sería el foliado de las piezas, es para que las piezas de cada uniforme vayan juntas al momento de ensamblarlas y que sean de los mismos colores. Una vez que son foliadas todas las tres las piezas se entariman y se va la Fábrica de Confección”, abundó.

La FAVE fábrica principalmente uniformes militares, ya sean operativos o de campaña y de gala, además de colchones, banderas nacionales, chaquetas de los soldados, botas y demás pertrechos que son básicos para la vida castrense de los elementos.

“Hemos estado apoyando de manera constante desde que inició la pandemia y suspendimos lo que fue nuestro programa de producción para la Sedena para abarcar la producción total que se requirió por el Covid-19, y posteriormente retomamos nuestro programa de producción a la par de los demás compromisos que se han establecido con las diferentes dependencias”, aclaró el capitán.

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