Republicanos quieren reprimir el voto latino en Texas e intimidan a la comunidad, acusa legislador demócrata.

Los latinos son el grupo demográfico más grande de Texas en el estado: representan un 40.2% de la población, lo que los convierte en una codiciada fuerza política.



EFE.

El partido republicano quiere evitar que los latinos en Texas voten en las elecciones de noviembre para mantener su control político sobre el estado, denunció el legislador demócrata Joaquín Castro en una entrevista con EFE.

El gobernador del estado, Greg Abbott, y el fiscal general, Ken Paxton, han intensificado en el último mes sus esfuerzos por combatir el “fraude electoral”, haciendo eco de las teorías sin fundamento del expresidente Donald Trump de que miles de migrantes indocumentados intentarán votar en los próximos comicios, según advierte el legislador.

Una de las acciones más polémicas han sido una serie de redadas a mediados de agosto a los hogares de activistas y líderes políticos latinos relacionados con LULAC, el principal grupo en defensa de los derechos civiles de los hispanos.

Para Castro, uno de los demócratas tejanos más influyentes a nivel nacional, el comportamiento de los líderes republicanos representa “cierto tipo de injerencia electoral”.

“Están intentando enviar una señal a las personas que quieren involucrarse en política de que es mejor si no molestan”, dijo el congresista, quien ocupa desde 2013 un escaño en la Cámara Baja.

Los latinos son el grupo demográfico más grande de Texas en el estado –representan un 40.2% de la población–, lo que los convierte en una codiciada fuerza política.

Y es que, en las elecciones generales de noviembre, un 26% de los votantes latinos irá a las urnas por primera vez.

El control de los republicanos sobre el estado, que se ha prolongado más de dos décadas, se ve amenazado por el crecimiento de la población latina, aseguró Castro.

“Si eres el partido político dominante (…) no quieres que voten personas nuevas, quieres que el perfil de tus votantes se mantenga”, explicó.

Las denuncias y la preocupación de los republicanos de que en noviembre se fraguará un masivo fraude electoral con la ayuda de migrantes, indicó Castro, reflejan la vieja estrategia de usar a los recién llegados como un “chivo expiatorio”.

“Ellos quieren asustar a los estadounidenses para que voten por ellos, los quieren convencer de que todos los migrantes son asesinos en potencia (…) y que vienen a destruir las comunidades; es patético, pero así es cómo quieren ganar las elecciones”, destacó el político.

Tanto el expresidente Donald Trump como su fórmula vicepresidencial, JD Vance, han redoblado su discurso xenofóbico en este último trecho de carrera electoral, llamando a los migrantes “criminales” y acusándolos de “envenenar la sangre” del país.

La gestión de la migración se ha convertido en uno los temas centrales de la carrera electoral en 2024, con un 54% de los votantes señalándola como su principal preocupación a la hora de elegir candidato, según una encuesta de YouGov/TheEconomist publicada el mes pasado.

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