RECORDANDO A NUESTROS OFICIALES DEL ORDEN PUBLICO EN ESTOS TIEMPOS MAS DESAFIANTES.

Opinion editoral del Senador Eddie Lucio Jr.



Esta semana se cumplió el 58 aniversario de la proclamación del presidente John F. Kennedy de 1962 que designa el 15 de mayo como el Día de los Oficiales del Orden Publico (Peace Officers), y la semana entera de cuando este día cae en la Semana de Oficiales de Policía. En casi seis décadas, las comunidades de todo nuestro país se han unido para rendir homenaje a los Oficiales del Orden Publico locales, estatales y federales que perdieron la vida o quedaron discapacitados en el cumplimiento del deber. A medida que nuestro estado se esfuerza por superar el brote de COVID-19, el recuerdo de este año de aquellos que se pusieron en peligro para proteger a nuestras familias adquiere un significado aún más digno de admirar. Durante estos tiempos difíciles, pagamos un reconocimiento especial a nuestros oficiales de paz y les agradecemos por su incansable dedicación a nuestra seguridad y por su servicio público a nuestras comunidades.

A diferencia de cualquier otro Día de los Oficiales del Orden Publico en la historia, la celebración de este año adquiere un significado más especial a medida que nuestras comunidades en todo el país celebran este día y semana especial mientras se adhieren al distanciamiento social. Debido a la crisis de salud pública, las reflexiones individuales más íntimas y silenciosas de la oración han reemplazado los grandes monumentos públicos tradicionales y las vigilias a la luz de las velas. En reconocimiento a la amenaza invisible que enfrentan a diario nuestros oficiales de paz y de orden publico, les agradecemos su firme determinación de continuar protegiéndonos en medio de los problemas de la pandemia mundial ocasionada por el COVID-19. Hoy les agradecemos por su continua vigilancia.

Lamentablemente, en lo que va del año, Texas es el estado en el que mas oficiales han fallecido en el cumplimiento de las obligaciones de las fuerzas del orden público. Desafortunadamente, varias de estas muertes estaban relacionadas con COVID-19 y el número está aumentando. A diferencia de los miembros de nuestra comunidad que pueden practicar el distanciamiento social para protegernos de esta enfermedad mortal, nuestros oficiales de paz no comparten este lujo. Con el fin de proteger a nuestras familias, ponen sus vidas en peligro todos los días y se enfrentan a este riesgo mortal de salud pública cada minuto que mantienen a nuestras comunidades seguras.

En reconocimiento del sacrificio que nuestros oficiales de paz y de orden publico deben soportar para proteger a nuestras comunidades, el 23 de abril escribí una carta al gobernador de Texas Greg Abbott para dirigir a nuestras agencias estatales a ayudar a nuestros agentes de la ley y los primeros en responder que deben enfrentar el COVID-19 como ellos ayudan a nuestras comunidades. Me sentí orgulloso de unirme a las Asociaciones Combinadas de Aplicación de la Ley de Texas (CLEAT) para solicitar que Texas reconozca oficialmente el riesgo de salud pública que enfrentan nuestros agentes de la ley y los primeros en responder durante la pandemia de COVID-19. Solicitar que se asuma que cualquier personal de primera intervención, como los oficiales de paz y de orden publico, que den positivo para COVID-19 hayan contraído la enfermedad mientras se encontraban en el cumplimiento del deber asegura que, en caso de enfermedad o muerte, todos los beneficios recibidos sean los correspondientes a los que reciben en el cumplimiento del deber. Como autor de una legislación similar que asume que otras enfermedades se contraen en el cumplimiento de su deber, imploro al gobernador Abbott que ordene a nuestras agencias estatales que reconozcan el riesgo adicional que nuestra policía y los socorristas deben enfrentar durante la pandemia ocasionada por el COVID-19.

La pandemia que estamos viviendo le ha dado a todos un nuevo reconocimiento por los hombres y mujeres en uniforme que protegen la paz, ayudan a nuestras comunidades y salvan la vida de nuestros seres queridos. Mientras sigo encendiendo una vela todos los días esta semana y ofreciendo una oración para recordar a aquellos que han caído, o que han sido discapacitados, en el cumplimiento del deber, rezo para que nuestros líderes estatales hagan todo lo posible para honrar y rendir homenaje a nuestros oficiales de paz, de orden publico y socorristas en estos tiempos difíciles. Le debemos nuestra seguridad, nuestra tranquilidad y nuestras vidas. Gracias por su extraordinario servicio público durante este tiempo sin precedentes en la historia de Texas.

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