La Opinión.
Más de 200 protestas con el lema “Tesla Takedown” se realizaron el sábado en Estados Unidos, Canadá y Europa mientras los activistas intensifican su oposición a los esfuerzos del CEO de Tesla, Elon Musk, por recortar el personal y los presupuestos del gobierno federal con el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
Elon Musk ha impulsado agresivamente políticas para reducir el gasto, las regulaciones y la plantilla como director del DOGE, a la vez que miente repetidamente al público sobre el gasto federal.
Las protestas se produjeron en unas 200 salas de exposición de Tesla en todo el mundo, lo que representa aproximadamente la mitad del total de salas de exposición y galerías de todo el mundo y fueron realizadas por activistas que buscan golpear al CEO de Tesla en su bolsillo.
Solo en Estados Unidos hay 276 concesionarios en todo el país, mientras que Tesla cuenta con 438 tiendas globales y otros 100 centros de servicio.
Los organizadores han enfatizado repetidamente el carácter pacífico de estas protestas, en contraste con varios incidentes violentos y de gran repercusión mediática ocurridos en las últimas semanas en las salas de exhibición y vehículos de Tesla.
“Elon Musk está destruyendo nuestra democracia y está utilizando la fortuna que amasó en Tesla para hacerlo. Estamos tomando medidas en Tesla para detener el golpe de Estado ilegal de Musk”, escribieron los organizadores en su sitio web.
El rol de Musk como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental ha generado indignación y preocupación. Durante semanas, Musk ha implementado medidas agresivas de recorte de costos, incluyendo recortes masivos de personal en agencias federales como USAID, sin autoridad ni supervisión.
Varias demandas han impugnado estas acciones por inconstitucionales, alegando que violan la separación de poderes y que las cancelaciones de fondos no están autorizadas. Un juez federal dictaminó recientemente que la participación de Musk en DOGE podría ser inconstitucional.
El objetivo actual de los organizadores es perjudicar la situación financiera de Tesla instando a la gente a vender sus Teslas, deshacerse de sus acciones y unirse a las protestas en los concesionarios de Tesla para intentar reducir la influencia de Musk.
.