EFE.
La desconfianza en la democracia, la polarización política, la seguridad en medio de una crisis migratoria, la transición energética y el lento crecimiento económico son algunos de los desafíos que América Latina y el Caribe va a enfrentar este 2024, según han analizado este jueves expertos en un foro organizado por el banco de desarrollo CAF en Panamá.
Los analistas han debatido en el panel “América Latina y el Caribe en el entorno global” de la Conferencia CAF: Una región de soluciones globales sobre los desafíos y oportunidades económicas, sociales y políticas de América Latina para este 2024, una región emergente, sin “participación activa” en los conflictos globales actuales y rica en recursos naturales.
Este año “ese desafío está centrado en el crecimiento económico de América Latina (…) tenemos grandes desafíos climáticos, demográficos, de migración y la idea es alinear las políticas de los bancos de desarrollo al servicio de los países de la región”, dijo el presidente ejecutivo del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe-CAF, Sergio Díaz-Granados.
En esa conferencia, de un día, los expertos han concluido que la región debe lograr consensos entre países y construir “combos” de políticas públicas para hacer frente ese conjunto de retos.
Política: elecciones, desconfianza y democracia
“El desafío es que funcionen las democracias plenamente y la oportunidad es que funcionen las democracias plenamente”, señaló el ex ministro consejero de la Embajada de Colombia en Estados Unidos, Oscar Gamboa.
“Si no funciona la democracia, las políticas no impactan, hay exclusiones, falta de oportunidades y esto va a tener consecuencias (…) Pero si hay democracia, que es la oportunidad, es lo contrario”, apuntó Gamboa.
“La desafección con la democracia se está traduciendo también en desconfianza en la democracia como un sistema capaz de proporcionar soluciones y de aprovechar las oportunidades que tiene la región”, dijo la directora regional para América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Michelle Muschett.
A juicio de la también subsecretaria general de las Naciones Unidas, el aumento de la polarización política en los últimos 20 años supone a la región “un desafío importante y hace que este ciclo electoral sea ambivalente en términos de riesgos”, en referencia a los comicios que países como Venezuela, Panamá, El Salvador, México o Uruguay celebrarán este 2024.
Uno de esos países es Estados Unidos, donde, según la presidenta de Equis Institute, Stephanie Valencia, el voto de la comunidad hispanohablante ya está en la mira de los candidatos presidenciales Joe Biden y Donald Trump, por lo que esas elecciones también “son de los votantes latinos y Latinoamérica”.
Ralentización y economía verde
“Para el 2024 se anticipa un año de crecimiento bajo, pero cercano al potencial, alrededor de 2.5% (y) continúa la reducción de la tasa de inflación”, señaló el director fundador del Instituto de las Américas de Georgetown, Alejandro Werner.
Werner alentó a “ver cómo aprovechar estas oportunidades del entorno internacional” económico en cuanto “al pago básicamente siendo una potencia renovable” y de como “beneficiarse de ser abundantes en los minerales que se necesitan para la transición energética“.
“Es muy importante que en la región nos movamos a tener acuerdos regionales y posiciones relevantes en integración comercial. Si el mundo se está fragmentando, nosotros tenemos que integrarnos para maximizar los beneficios de la diversidad productiva”, agregó.
Werner recordó que Latinoamérica es la región más violenta del mundo, por lo que la seguridad es un tema crucial para el año en curso, en concreto porque el cruce de las fronteras.
“Creo que una posición conjunta junto con el tema de la migración sería muy importante. En eso, América Latina necesita moverse nuevamente a generar consensos y posiciones regionales que le permitan navegar en este mundo más complejo con una voz clara, con una voz contundente”, apuntó.
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