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Los oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) de EE. UU. en el puerto de entrada de Brownsville interceptaron supuestos narcóticos en dos acciones policiales distintas que tienen un valor combinado estimado en la calle de $846,030.
“Nuestros oficiales usaron su experiencia y habilidades para llevar a cabo estas importantes incautaciones de drogas mientras continúan manteniendo nuestras fronteras seguras,” dijo el Director Portuario Tater Ortiz, Puerto de Entrada de Brownsville.
La primera incautación tuvo lugar el jueves, 24 de marzo, en el Puente Internacional Los Indios cuando un ciudadano estadounidense de 28 años que reside en Tomball, Texas, intentó ingresar a los Estados Unidos conduciendo un Honda 2010. El vehículo fue remitido a CBP secundario para un examen más detenido después de una inspección primaria. Mientras se encontraban en el área de inspección secundaria, con la ayuda de un sistema de imágenes no intrusivo (NII) y una unidad canina, los oficiales de CBP descubrieron 14 paquetes escondidos dentro del vehículo. Los oficiales de CBP retiraron los paquetes que contenían un total de 35.22 libras de supuesta metanfetamina.
La segunda incautación también tuvo lugar el jueves, 24 de marzo, en el Puente Internacional Brownsville y Matamoros cuando un ciudadano mexicano de 18 años que reside en Port Arthur, Texas, solicitó ingresar a los Estados Unidos conduciendo un Volkswagen 2014. El vehículo fue remitido a CBP secundario para un examen más detenido después de una inspección primaria. En el área de inspección secundaria, con la ayuda de una unidad canina, los oficiales de CBP descubrieron ocho paquetes escondidos dentro del Volkswagen 2014. Los oficiales de CBP retiraron los paquetes, que contenían un total de 18.34 libras de supuesta cocaína.
El valor estimado en la calle de los narcóticos de las incautaciones es de aproximadamente $704,590 y $141,440 respectivamente.
Los oficiales de CBP incautaron los narcóticos junto con los vehículos, arrestaron a los viajeros y los entregaron a la custodia de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) y agentes especiales de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por sus siglas en inglés) respectivamente para una mayor investigación.
