Corea del Norte volvió a atacar al Sur el sábado diciéndole a su rival que deje de hablar “sin sentido” sobre su desnuclearización, y prometió expandir sus capacidades militares.
El comunicado de Kwon Jong Gun, un alto funcionario del Ministerio de Exteriores norcoreano, se produjo luego de que el Ministerio de Exteriores del Sur dijo a periodistas que Seúl seguirá trabajando para mejorar las relaciones bilaterales y reactivar las negociaciones nucleares entre Pyongyang y Washington.
El gobierno del presidente surcoreano, Moon Jae-in, había presionado mucho para la celebración de cumbres nucleares entre el líder norcoreano, Kim Jong Un, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quienes se han reunido en tres ocasiones desde 2018. Al mismo tiempo, Moon trabajó para mejorar las relaciones intercoreanas.
Pero en los últimos meses, el Norte ha suspendido prácticamente toda cooperación con el Sur al tiempo que mostró su frustración por la falta de avances en la diplomacia nuclear con Washington.
En la última semana, Pyongyang declaró que cortará todos los canales de comunicación gubernamentales y militares con el Sur y amenazó con abandonar los acuerdos de paz intracoreanos alcanzados en 2018. Culpó a Seúl por no impedir que activistas lancen folletos con propaganda antinorcoreana a través de la frontera.
La cancillería surcoreana estaba reaccionando o otro comunicado del Norte el viernes en la noche que decía que la confianza de su gobierno en el del Sur estaba completamente “rota” y que a su rival le esperaban “tiempos lamentables y dolorosos”.
Las conversaciones nucleares fracasaron luego de que Estados Unidos rechazó la petición del norte para aliviar las sanciones en su contra a cambio de una renuncia parcial a sus capacidades nucleares en la segunda cumbre entre Kim y Trump, que se celebró en febrero del año pasado en Vietnam.
Los dos mandatarios se reunieron una tercera vez en junio de ese año, en la frontera entre el Norte y el Sur, y acordaron reactivar el diálogo. Pero una reunión de trabajo en octubre en Suecia se terminó por lo que los norcoreanos describieron como “vieja postura y actitud” de los estadounidenses.
En el segundo aniversario de la primera cumbre Kim-Trump el viernes, el ministro de Exteriores norcoreano, Ri Son Gwon, dijo que su país no volverá a agasajar a Trump con reuniones de alto perfil que él pueda presentar como logos de política exterior a menos que reciba algo importante a cambio.
.