El senador federal de Estados Unidos que intentó visitar un centro de detención de menores migrantes en la comunidad fronteriza de Brownsville, Texas, fue impedido de ingresar al lugar, luego de hablar con uno de los supervisores, quien pidió a la policía removerlo del sitio.
El senador Jeff Merkley, de Oregón, intentaba realizar el domingo un recorrido por las instalaciones del “Southwest Key Programs Casa Padre”, un centro de detención creado en el edificio de un antiguo supermercado Wal-Mart en Brownsville, para inspeccionar personalmente el trato que se les da a los menores migrantes.
El senador ha sido un férreo crítico de la nueva política migratoria del presidente Donald Trump de separar a los niños de sus padres cuando las familias cruzan ilegalmente la frontera hacia Estados Unidos.
“Este trato cruel hacia los niños y las familias que llegan a Estados Unidos es completamente antiamericano e inaceptable”, dijo Merkley en un comunicado de prensa.
“Los estadounidenses deberían sentirse indignados por el hecho de que los dólares de nuestros contribuyentes se están utilizando para infligir políticas rencorosas y traumáticas a niños inocentes”, señaló.
“La política de separación familiar despiadada y cruel de la administración Trump debe ser detenida. El presidente Trump debería poner fin a esta política de inmediato y cualquier republicano que afirme abrazar los “valores familiares” debe oponerse a esta cruel agenda anti familia “, afirmó el legislador.
Personal que acompañaba al senador grabó un video del intento que hizo Merkley por ingresar al centro de detención.
En el video en vivo de 25 minutos, colocado en Facebook, Merkley dice a dos agentes de la policía de Brownsville que un empleado dentro de las instalaciones le dijo que un gerente saldría y conversaría brevemente con él. Un supervisor del centro de detención dijo a Merkley que no podía hacer ninguna declaración y lo remitió a un número de teléfono de la oficina de asuntos públicos del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos en Washington.
La administración Trump anunció el pasado siete de mayo una nueva política de separar a los niños de sus padres en la frontera y colocar a los niños en centros de detención separados en lugar de en instalaciones familiares donde los niños pueden quedarse con sus padres.
De acuerdo con la Oficina del senador Merkley, más de 600 niños inmigrantes ya han sido separados de sus familias desde la implementación de esta política.
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