El ministro de Salud de Chile, Jaime Mañalich, dejó el sábado su cargo en una semana marcada por la polémica en torno a la forma de contabilizar las víctimas por el nuevo coronavirus y cuando el país sudamericano supera los 160.000 contagios. El médico Enrique Paris fue nombrado en su reemplazo.
Mañalich, quien llevaba dos días sin comparecer en el reporte diario sobre la evolución de la pandemia, deja la cartera en una semana en que las cifras de enfermos se han disparado hasta llegar a los 167.355 y los muertos alcanzaran los 3.101, incluidas las 231 nuevas víctimas reportadas el sábado.
El fuerte incremento de infecciones y los numerosos decesos se dan a pesar de una cuarentena total impuesta hace cinco semanas en el Gran Santiago, que incluye a la capital chilena y seis comunas en sus alrededores, pero que ha estado marcada por una gran movilidad de personas y autos en algunas zonas.
El cambio ocurre luego del desgaste que sufrió el ministro ante la opinión pública tras establecer una nueva metodología para contar los muertos que no seguía las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, según los analistas. También fue cuestionado por no seguir los consejos de una mesa conformada con expertos de distintas áreas, como salud, economía, social, para enfrentar los desafíos del COVID-19.
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