Migrantes y activistas temen un endurecimiento de las leyes en México y EU a causa de la renovación de sus gobiernos.



EFE.

Migrantes y activistas en la frontera mexicana expresan su preocupación porque este 2024 coinciden las elecciones presidenciales en México y Estados Unidos, por lo que temen que esto derive en mayores restricciones y en deportaciones.

Tanto los migrantes como los representantes de albergues de Ciudad Juárez, esperan que cuando cambien los gobiernos en ambos países, las leyes se endurezcan, como lo hizo el mes pasado el gobernador de Texas, Greg Abbott.

El factor más preocupante es el regreso del expresidente estadounidense Donald Trump, quien ha intensificado su retórica contra los migrantes, expuso el pastor Francisco González, de la Red de Albergues Somos Uno por Juárez.

“Al momento de que cambie el gobierno, probablemente se vayan a endurecer las leyes, como el caso de Texas, donde la ley que acaban de aprobar provocará que se aumente la discriminación racial”, ahondó el pastor.

Elecciones en medio de una migración récord

Mientras México celebrará elecciones el 2 de junio, con la oficialista Claudia Sheinbaum como puntera en las encuestas y una probable continuidad de las políticas del presidente Andrés Manuel López Obrador, Estados Unidos tendrá sus comicios el 5 de noviembre con una posible nueva disputa entre el mandatario Joe Biden Trump.

Los comicios ocurrirán tras cifras históricas en diciembre de personas que buscan entrar a Estados Unidos en la frontera con México, donde la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) confirmó el mes pasado la llegada de más de 2.2 millones de migrantes de enero a noviembre.

Pero el pastor González consideró que las campañas no frenarán la migración porque hay personas que no ven ninguna otra opción en sus países más que llegar a Estados Unidos.

“Mucha gente se viene porque no le queda de otra, esa gente, aunque las leyes sean más duras, se va a seguir viniendo, pero ahora con mayor riesgo”, explicó el director de una red que agrupa a 13 albergues religiosos en Ciudad Juárez.

Aun así, lamentó el incremento en la hostilidad y el racismo contra migrantes, como la nueva ley SB4 de Texas, que desde diciembre autoriza a policías y jueces a detener, así como a deportar extranjeros sin el debido proceso, aunque la migración es facultad del gobierno federal de Estados Unidos.

“Ahora sí se les complica (a los migrantes) porque, al momento que entran allá, ahora cualquier autoridad los va a poder detener o deportarlos o en su caso meterlos a la cárcel hasta por 20 años”, explicó el pastor González.

Incertidumbre entre migrantes

Ana María Puero, de Venezuela, lleva cinco meses en México, de los que cuatro han sido en Juárez, donde está en un albergue en espera de una cita con el sistema migratorio de Estados Unidos.

La venezolana piensa que las elecciones en ambos países complicaría su llegada a Estados Unidos desde las campañas, sobre todo si Trump logra un segundo periodo como presidente.

“Por todo lo que uno escucha, él no gusta de los migrantes y no sabemos qué pueda pasar si él gana”, consideró Puero.

También hay temor entre migrantes de México como Verónica Samudio, del estado de Michoacán.

Ella cruzó a Estados Unidos hace cuatro meses, pero la autoridad la devolvió antes de procesarla bajo la amenaza de que la separarían de su nieto.

“Tengo cuatro meses aquí esperando para hacer todo legal para que nos permitan ir a donde vamos”, narró.

Agregó que tiene claro que un cambio de gobierno en Estados Unidos significaría más complicaciones para llegar a su destino, sobre todo si el Partido Republicano recupera la Casa Blanca.

“Con la ley que aplicaron (en Texas) para que los policías tengan el derecho de deportarnos está mal porque lo que uno busca es cruzar para allá y, si uno viene desde su pueblo, es porque viene huyendo de situaciones difíciles y eso nos corta el camino”, expresó

.