La Opinión.
Lo que se presagió resultó cierto, a la selección de México no le hace falta un técnico, sino un especialista que los ayude a superar la bipolaridad que los sigue haciendo pasar vergüenzas como la de esta noche ante Honduras al caer 2-0 y comprometer su calificación a semifinales de la Nations League de la CONCACAF.
Los hondureños sumaron su novena victoria en el cuadragésimo quinto duelo que sostienen en su historia y donde México suma 27 triunfos y nueve empates, con lo cual los centroamericanos demostraron que no todo lo que brilla es oro en esta clase de partidos.
En efecto, México de nueva cuenta mostró su lado negativo, ese que le impide poner a funcionar una mentalidad triunfadora y provoca que hagan este tipo de papelones como el que mostraron en el estadio Francisco Morazán ante una de las peores versiones de la selección de Honduras que sin muchas luces fue capaz de derrotarlos 0-2.
Lo grave del asunto es que la derrota con dos goles del jugador del Celtic Glasgow de Escocia Luis Palma, no fue que Honduras los haya derrotado, sino que los jugadores y el cuerpo técnico de México hicieron todo para que se diera este marcador.
Primero, porque cuando mejor jugaba el Tricolor a Javier Aguirre se le ocurrió sacar a Luis Montes y a Julián Quiñones para mandar a Luis Romo y a Alexis Vega y con eso el cuadro mexicano se desdibujó y fue proclive a los errores para abrir el camino a la victoria de los hondureños.
Para colmo de males el defensa internacional César Montes se equivocó en un despeje a los 64 minutos para abrir el camino de la victoria de Honduras con un tremendo disparo que Memo Ochoa no pudo controlar y en el contrarremate Luis Palma venció la meta mexicana para colocar el 0-1.
Ese gol hizo que todo cambiara y pusiera a México contra las cuerdas en los últimos 26 minutos, mostrando su peor cara, con jugadores temerosos, sin idea, descoordinados y tratando de ganar la guerra solos para que Honduras de nueva cuenta de la mano de Luis Palma pusiera el 0-2 en el minuto 83 que terminó por liquidar las aspiraciones de la selección azteca y ponerlos contra la pared en sus aspiraciones de alcanzar las semifinales de la Nations League.
Los mismos males de siempre
Explicar las razones de la derrota simplemente es hacer un recuento de los mismos males que han aquejado a la selección desde el término del Mundial de Rusia y que desde el proceso de Gerardo Martino, pasando por Diego Cocca, Jaime Lozano y ahora Javier Aguirre no han encontrado la solución a los males.
Simplemente, México muestra picos muy graves en su capacidad mental para dotar a su funcionamiento de los recursos suficientes para imponerse a esta clase de rivales, añorando esas épocas de los García Aspe, Luis Flores, Luis García, Jorge Campos, Claudio Suárez que fueron capaces de golear en su casa a la mejor versión de Honduras 1-4 en la década de los 90.
Ahora como hace 12 meses, los catrachos volvieron a exhibir a México de una forma muy fea, con simplemente apretar la marca y aprovechar la falta de definición del cuadro dirigido por Javier Aguirre, que nunca supo cuando mover a su gente y cuando quiso solucionar el asunto, al final los propios males de México los llevaron a este papelón que vuelve a colocar al Tricolor en la mesa de las críticas y denostaciones por su pobre estilo futbolístico.
De esta forma México necesita ganar por tres goles y no recibir anotaciones el próximo martes en el estadio Nemesio Diez de Toluca en el duelo de vuelta donde se puede recuperar esta vergonzosa noche.
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