La Opinión.
El presidente Donald Trump ofreció su primer mensaje ante el Congreso Conjunto y si bien no fue un Estado de la Unión, su discurso estuvo enfocado en reportar parte de sus órdenes ejecutivas, las cuales enlistó al inicio del evento, pero los asuntos migratorios y la frontera tuvieron un protagonismo particular.
El mandatario dijo 18 veces la palabra frontera, ya fuera para hablar de los inmigrantes indocumentados o el tráfico de fentanilo, incluso para mantener ese discurso de que la inmigración de personas sin papeles contribuye a la crisis de las drogas en el país.
“A pocas horas de haber asumido el cargo, declaré una emergencia nacional en nuestra frontera sur y desplegué al ejército estadounidense y a la Patrulla Fronteriza para repeler la invasión de nuestro país. ¡Y qué buen trabajo han hecho! Como resultado, el mes pasado los cruces fronterizos ilegales fueron, con diferencia, los más bajos jamás registrados”, presumió Trump.
Además se refirió en ocho ocasiones a los indocumentados como “ilegales” y mencionó un par de veces la deportación y los asuntos migratorios en general.
“El presidente Trump está perpetuando y sigue perpetuando mentiras sobre nuestros vecinos inmigrantes en un esfuerzo por avanzar con su agenda, en un esfuerzo por lograr que el Congreso financie sus planes de seguir deteniendo y deportando a miembros de la comunidad profundamente arraigados, y esta es una política que traerá devastación a los miembros de la familia”, consideró Shayna Kessler, directora de la iniciativa Advancing Universal Representation del Vera Institute of Justice.
Trump presumió que su petición de financiamiento busa establecer cómo “completar la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos”, expresó, incluso señalando que sería más grande que la liderada por el expresidente Dwight D. Eisenhower.
Kessler advierte que el plan del presidente Trump puede afectar la economía y aunque reconoció que el mensaje del republicano “no era nuevo”, sí continúa haciendo daño a ciertos sectores.
“[Su plan es separar] a los padres de sus hijos, desestabilizará a las comunidades y pondrá en peligro nuestra economía”, advirtió. “El mensaje que escuchamos anoche no era nuevo, pero es un mensaje increíblemente dañino que está trayendo y apoyando políticas que están socavando el debido proceso y subvirtiendo la estabilidad y la fortaleza de nuestra economía al amenazar a los miembros de la comunidad inmigrante de formas realmente dañinas”.
¿Debe temer la población migrante?
Trump volvió a culpar al presidente Joe Biden por una supuesta política de “fronteras abiertas” que permitió que los inmigrantes indocumentados “abrumaran” las escuelas, hospitales y comunidades en todo el país.
“Ciudades enteras como Aurora, Colorado, y Springfield, Ohio, se hundieron bajo el peso de la ocupación y la corrupción de los migrantes como nunca antes se había visto”, agregó Trump en su mensaje.
Para Kessler esa perspectiva del presidente Trump impulsa su agenda contra inmigrantes, como el recién anunciado registro obligatorio para indocumentados ante la oficina de Servicios de Ciudadanía e Inmigración (USCIS).
“Ese esfuerzo es solo un componente de lo que estamos viendo en general, de esta agenda antiinmigrante que busca generar miedo y desestabilización en las comunidades inmigrantes”, advirtió Kessler. “Es parte de una agenda general que criminaliza a las personas de manera injusta y falsa y busca desestabilizar a las familias inmigrantes”.
El recorte en el gobierno
Parte esencial del discurso del presidente Trump fue el recorte y modificaciones que realiza en el Gobierno federal, con el despido de miles de personas y el bloqueo de fondos federales, aunque este miércoles, la Corte Suprema suspendió su orden para eliminar fondos de USAID designados por el Congreso para ayuda en el exterior.
“Los estadounidenses querían oírle hablar de aire y agua limpios, viviendas asequibles, de mantener un techo para la gente, cosas así, cosas que afectan a la gente en su vida diaria, y en lugar de centrarse en eso, se centró en formas de hacer que la gente mire hacia otro lado”, consideró Paul Osadebe, abogado del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD).
Osadebe es organizador en Federal Unionist Network (FUN), que realizó una conferencia virtual donde estuvieron Chris Wicker, despedido por la Administración Trump de su posición domo subdirector de Minnesota’s Small Business Administration office, quien además es veterano de la Fuerza Aérea, y Tiffany Montes, también despedida recientemente del Departamento del Interior, particularmente del National Park Service.
El presidente Trump destacó al multimillonario Elon Musk como el responsable de DOGE, la agencia que se encarga de los recortes presupuestales y de personal federal.
Montes dijo que ella fue despedida sin motivo ni aviso, pero su salida no solamente afecta su vida personal –y la posible suspensión de su boda, debido a gastos extras–, sino también los servicios que ella ofrecía, ya que la Administración Trump despide personal, pero parece no distribuir las actividades para asegurar los servicios.
“Lo que está sucediendo en realidad es que se están destruyendo los servicios”, agregó Osadebe. “Se está abusando de los funcionarios públicos simplemente por intentar hacer su trabajo, por intentar ayudar al pueblo estadounidense día a día, por controlar la discriminación, por evitar que los bancos abusen de la gente y la discriminen, por mantener el aire y el agua limpios y por ayudar a los veteranos a obtener la atención sanitaria que necesitan”.
En su mensaje no lo dijo, pero este miércoles se reveló que Trump –quien ha afirmado que defiende a los veteranos– podría despedir hasta a 8,000 personas del Departamento de Veteranos, una agencia clave para quienes enfrentan problemas de salud física y mental después de servir en el Ejército.
El mensaje de Trump, vitoreado por los republicanos MAGA en el Congreso, trajo al menos una sorpresa que quizá no sea de celebrar por el gobierno: una demanda federal incluyó oficialmente a Elon Musk como director de DOGE, luego de que el mandatario dijera: “He creado el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental, DOGE. Quizá hayan oído hablar de él, tal vez. El cual está dirigido por Elon Musk, quien está en la galería esta noche”.
La demanda cuestiona la legalidad de DOGE, al argumentar que cumplió con los términos de la Ley del Comité Asesor Federal, pero la relación de Trump con Musk había sido inexacta, hasta que reconoció su influencia ante el Congreso.
Los abogados entonces incluyeron la noche del martes un extracto del discurso en su presentación ante el Tribunal de Distrito para Washington, D.C., para argumentar que se “necesita urgentemente más información para determinar la naturaleza” del grupo que recorta el presupuesto, luego de que la Casa Blanca se negara a aclarar la situación y afirmara que la administradora interina de DOGE era Amy Gleason, en lugar de Musk.
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