“Mamá, estaré bien”: las últimas palabras que le dijo Latavia McGee a su madre, antes de ser secuestrada en México.

Familias de los estadounidenses atacados en Matamoros están desesperados por saber si sus seres queridos están vivos, heridos, o muertos. Las autoridades mexicanas dijeron que dos murieron, pero no han dado más detalles.



El Universal.

Las autoridades mexicanas hallaron a los cuatro estadounidenses secuestrados el pasado viernes en la ciudad de Matamoros, en el norteño estado de Tamaulipas, dos de ellos fallecidos y otro herido, informó este martes el gobernador del estado, Américo Villarreal.

Los estadounidenses ya han sido identificados: se trata de Latavia “Tay” McGee, de 33 años; su primo Shaeed Woodard, Zindell Brown y Eric James Williams, ambos amigos de Latavia. Williams era quien manejaba la furgoneta blanca en la que fueron atacados.

Un video muestra cómo hombres armados atacan la furgoneta y luego se llevan a los cuatro. En el video sólo se ve subir por su propio pie a la parte trasera del vehículo donde fueron secuestrados a Latavia. Dos de los otros secuestrados no se mueven. Los cuatro estadounidenses son de Carolina del Sur, aunque la furgoneta en que viajaban tiene placas de Carolina del Norte.

Barbara Burgess, de 54 años, es madre de Latavia, conocida como “Tay”, de cariño. En declaraciones a ABC News, dijo que su hija viajó a México para someterse a un procedimiento médico estético -una abdominoplastía-. Barbara no quería que su hija viajara a México.

“Mamá, estaré bien”, le respondió Latavia. El viernes, el día de la cita, Burgess dijo que McGee llamó para decir que estaba a 15 minutos de la consulta del médico. Burgess llamó a McGee más tarde ese mismo día, pero no obtuvo respuesta. “Su teléfono me mandaba a buzón de voz”, señaló.

Un agente del FBI visitó más tarde a Burgess para preguntarle si reconocía al conductor del vehículo, Williams. Ella le confirmó que viajaba con su hija y sobrino.

Corsica Cameron, prima de Woodard y McGee, dijo a ABC News que su familia está desesperada por obtener respuestas. “Todavía no sabemos nada. Es desgarrador””, dijo mientras se secaba las lágrimas de los ojos. Latavia es madre de seis hijos, de entre 6 y 18 años. Ahora, añadió Cameron, “no sabemos qué decirles”.

Estadounidenses viajan a México por una cirugía estética

No es la primera vez que la estadounidense viaja a México. Hace unos tres años, dijo Burgess a CNN, Latavia viajó a México para someterse a una cirugía.

Mary McFadden, tía de Latavia, dijo que la reconocieron en el video difundido del ataque. “La reconocimos a ella y a su pelo rubio”, dijo McFadden. También reconoció la ropa de su sobrina gracias a una publicación de ella en Facebook.

Las autoridades no han dado detalles de los sobrevivientes ni de las víctimas fatales, por lo que las familias estadounidenses viven en la incertidumbre.

“Esto ocurrió a plena luz del día. No sabemos si está viva o muerta. La última imagen que vimos, ella estaba caminando viva”, dijo McFadden.

Christina Hickson, madre de Zindell, de 28 años, contó a CNN que su hijo decidió viajar a México para acompañar a su amiga Latavia.
Sin embargo, Chirstina, quien vive en Myrtle Beach, sólo se enteró del viaje cuando su hijo ya estaba cerca de Mississippi. “Yo nunca les habría permitido subir a ese vehículo”, lamentó la madre.

Zalandria, hermana de Zindell, dijo a la agencia Associated Press que su hermano tenía algunas reservas sobre el viaje, conociendo los peligros potenciales en México. “Zindell no paraba de decir: ‘No deberíamos ir’”. Sin embargo, decidió viajar por lealtad a su amiga. Los cuatro viajeros, describió, crecieron juntos, y eran muy unidos. “Como si estuvieran pegados con pegamento”, explicó.

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Imágenes de los cuatro secuestrados en Matamoros difundidas en medios estadounidenses. Foto: Especial

La joven dijo estar viviendo una pesadilla. “Es como un mal sueño del que desearías poder despertar. Ver a un miembro de tu familia metido en la parte trasera de un camión y arrastrado, es de no creerse”.

Preocupada por su hermano, Zalandria se la pasó enviándole mensajes. “Ten cuidado, ten cuidado. Si se encuentran con algún control en la carretera, de un cártel o algo así, no peleen. No se resistan. Hagan lo que les digan. Al menos tendrán una oportunidad si hacen lo que les dicen”, le escribió, sin saber que era un mensaje premonitorio.

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