Los CDC autorizan las vacunas contra el COVID-19 de Pfizer y Moderna para niños de seis meses a 5 años.



Los padres de menores de 5 años ya tienen dos herramientas efectivas para proteger a los más pequeños del coronavirus: el comité asesor de los CDC decidió este sábado recomendar las vacunas de Pfizer y Moderna contra el COVID-19 para menores a partir de los seis meses de edad y poco después la doctora Rochelle Walensky, directora de la principal agencia sanitaria del país, le dio luz verde. Lo que quiere decir que las inmunizaciones pueden comenzar de inmediato.

“Queremos decirles que si no van a inmunizar a sus niños, creemos que esa es una preocupación fuera de lugar y creemos que deben vacunar a sus hijos para salvar sus vidas”, aseguró la doctora Sarah Long, pediatra miembro del comité del hospital de niños St. Christopher de Philadelphia.

Aunque los niños pequeños suelen ser menos propensos que los adultos a enfermar de gravedad del virus, algunos lo hacen. Entre los niños de 6 meses a 4 años, se han producido más de dos millones de casos, más de 20,000 hospitalizaciones y más de 200 muertes, según datos de los CDC. El COVID-19 es la quinta causa más común de muerte en niños menores de 5 años.

“Esta es una oportunidad, que no se tiene muy a menudo, de participar en la prevención de la muerte de niños pequeños”, aseguró la doctora Beth Bell, miembro del comité y profesora clínica del departamento de salud global de la Universidad de Washington. “La muerte de un niño pequeño es una tragedia increíble y sabemos que esta enfermedad está matando niños”, añadió.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó el viernes ambas vacunas.

El régimen de vacunas de Pfizer para los niños pequeños consiste en dos dosis, administradas con tres semanas de diferencia, seguidas de una tercera dosis al menos dos meses después.

Las inyecciones son de tres microgramos cada una, una décima parte de la dosis administrada a los adultos. Los ensayos clínicos comprobaron que la vacuna tiene una eficacia del 80% en la prevención del COVID-19 sintomático.

Moderna utiliza dos dosis de 25 microgramos, una cuarta parte de la dosis para adultos. Las inyecciones se administran con un intervalo de cuatro semanas.

Los ensayos clínicos demostraron que tiene entre un 40% y un 50% de eficacia para prevenir las infecciones más leves, aunque Moderna ha dicho que está probando una dosis de refuerzo para este grupo de edad que podría distribuirse en algún momento de este otoño.

Los efectos secundarios más comunes de las inyecciones son dolor en el lugar del pinchazo, irritabilidad y somnolencia.

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