La cifra mundial de muertes por coronavirus llegó a 100,000 el viernes, según el conteo de la Universidad Johns Hopkins.
El hito se alcanzó en un Viernes Santo distinto de cualquier otro y mientras algunos países avanzan cautelosamente hacia la reapertura de sectores de sus economías.
Funcionarios de salud pública advirtieron a la gente que no debe violar las normas de distanciamiento social durante la Pascua, porque hacerlo provocaría una nueva ola de contagios. Las autoridades erigieron retenes y barreras para desalentar los desplazamientos.
En Italia, la policía usó helicópteros, drones y retenes para asegurarse de que la gente no saliera de sus casas durante el feriado de Pascua. El jueves detuvo a 300.000 personas en las calles para verificar sus permisos de viaje y emitió citaciones a unas 10.000.
Algunas iglesias realizaron oficios virtuales en línea y otras organizaron oraciones en teatros al aire libre. La catedral parisina de Notre Dame, arrasada por un incendio el 15 de abril del año pasado, realizó una misa cerrada al público, pero transmitida por televisión.
La cifra de muertes que mantiene la Universidad Johns Hopkins llegó el viernes a un hito trágico, aunque se cree que el número verdadero de vidas perdidas es mucho más alto dada la escasez de pruebas de detección, las distintas normas nacionales de conteo y, en algunos países, los encubrimientos de parte de gobiernos. La cifra total de casos confirmados en el mundo superaba largamente los 1,67 millones.
Estados Unidos ha registrado casi medio millón de contagiados y más de 18.000 fallecimientos, lo que pone al país en camino de superar a Italia en número de decesos.
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