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El número de muertos por las fuertes lluvias en San Antonio aumentó a 11 personas el viernes y los equipos buscaban a otras que seguían desaparecidas un día después de que las aguas de la inundación, que crecieron rápidamente, arrastraron más de una docena de autos a un arroyo.
Los equipos de rescate peinaron los cruces de aguas bajas un día después del aguacero del jueves, que dejó más de 18 centímetros (7 pulgadas) de lluvia en cuestión de horas en algunas zonas de la séptima ciudad más grande del país. Algunas personas treparon a los árboles para escapar de la rápida crecida de las aguas y, según las autoridades, los bomberos realizaron más de 70 rescates en San Antonio.
Muchos de los rescates consistieron en sacar a personas de vehículos averiados. Al menos 10 personas fueron rescatadas de arbustos y árboles a aproximadamente una milla de donde se hundieron sus vehículos, informó el Departamento de Bomberos de San Antonio en un comunicado.
Los equipos de rescate seguían buscando a las personas desaparecidas tras la disminución de las inundaciones, según informó Joe Arrington, portavoz del Departamento de Bomberos de San Antonio. Se desconocía el número de desaparecidos el viernes por la noche.
“Nuestros corazones están con las familias de aquellos que hemos perdido en las inundaciones repentinas de esta semana y las familias que continúan buscando a sus seres queridos”, dijo el alcalde Ron Nirenberg.
Tres de los 11 muertos confirmados tenían entre 28 y 55 años, según un comunicado de prensa de la oficina del médico forense del condado de Bexar.
La búsqueda de los desaparecidos se centró en Beitel Creek, donde se encontraron más de una docena de autos varados o volcados, informaron las autoridades de San Antonio. El jueves también se movilizaron perros de búsqueda para ayudar a encontrar a los desaparecidos, indicaron.
Entre los desaparecidos se encontraba Stevie Richards, de 42 años, según informó el San Antonio Express-News. Su esposa, Angel, dijo que estaba hablando por teléfono con él cuando su coche fue arrastrado por la corriente poco antes del amanecer.
“Mientras hablaba con él, dijo: ‘Ay, el coche está flotando’… No pasó ni un minuto cuando lo oí chocar contra algo, a él gritando y maldiciendo, y oí cómo el agua se llevaba el teléfono. Pasó rapidísimo”, declaró al periódico.
Entre los muertos confirmados se incluyen personas encontradas más allá del arroyo y en todo el condado, dijo Mónica Ramos, portavoz de la oficina del médico forense del condado de Bexar.
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