EFE.
Estados Unidos defendió este lunes las alertas y recomendaciones de viaje que emite para México, las cuales elabora mediante una revisión constante de la situación de seguridad en los diferentes estados del país latinoamericano.
Así lo explicó el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador arremetiera contra estas alertas y asegurara que México es más seguro para viajar que Estados Unidos.
“Nuestras alertas para México se organizan por estados y estamos siguiendo continuamente la situación estado por estado para determinar si hay una mejora o un empeoramiento”, detalló el portavoz de la diplomacia estadounidense.
Price explicó que en este proceso participa tanto la Embajada de Estados Unidos en México como las oficinas para Latinoamérica y para Asuntos Consulares del Departamento de Estado, en Washington.
“Siempre estamos revisando la información para determinar si es necesario modificar nuestras alertas de viaje hacia una dirección u otra”, dijo.
López Obrador criticó este lunes que el Departamento de Estado recomiende a los ciudadanos estadounidenses no viajar a seis estados mexicanos: Colima, Guerrero, Michoacán, Sinaloa, Tamaulipas y Zacatecas.
“Es más seguro México que Estados Unidos, y no hay ningún problema para viajar por México con seguridad, pero eso además lo saben los ciudadanos estadounidenses y lo saben desde luego nuestros paisanos que están allá”, expresó en su rueda de prensa matutina.
Consideró que estas alertas son “una campaña” en contra de México y remarcó que durante los últimos años ha aumentado el número de estadounidenses que se mudan a la Ciudad de México.
La tensión ha aumentado entre Estados Unidos y México a raíz del secuestro a plena luz del día de cuatro estadounidenses, dos de ellos asesinados, que habían viajado a Tamaulipas, uno de los estados a los que Washington pide no viajar.
La oposición republicana pidió declarar terroristas a los cárteles mexicanos y propuso una intervención militar en territorio mexicano, algo que descartó la Casa Blanca, pero que enfureció a López Obrador, quien ha calificado a los republicanos de “mequetrefes” e “intervencionistas”.
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