Estimados compatriotas:
Como cada año, me dirijo a ustedes para hacerles una cordial invitación con el propósito de que las festividades, reuniones y celebraciones en las que participemos, tengamos presente todo el esfuerzo y cuidados que hemos tenido hacia nuestras familias y hacia nosotros mismos, para lograr mantenernos unidos, con salud y en franca armonía, coronando con ello un largo período de 365 días.
Esto es importante en cada familia, en cada persona pues nos permite valorar todo aquello que nos rodea, que forma parte de nuestro diario quehacer y que, por obvias razones no queremos perder. Esta reflexión es válida, porque por un pequeño desliz, un descuido, un exceso, todo lo que hemos anhelado se nos puede ir en menos de un suspiro.
Algunas ideas prácticas para que no seamos víctimas de nosotros mismos, serían las siguientes, en el entendido de que todas ellas nos requieren estar conscientes de lo que podemos perder.
Si estamos en una reunión familiar, tratemos con cariño y respeto a nuestros hijos, a nuestra esposa, a hermanos o tíos o familia política si es el caso. Evitemos el exceso en el beber, ya que está comprobado que esto puede ocasionar violencia cuando se pierde el control de las reacciones, los sentimientos y sobre todo la capacidad de juicio. En nuestra experiencia consular, ha habido ocasiones en que por esta causa hemos recibido notificaciones de la policía o de la patrulla fronteriza en las que se determina o bien la consignación a prisión, por faltas a la moral o violencia doméstica, DUI, o deportaciones por no poder comprobar estado migratorio. No vale la pena pues, arriesgar toda una vida para que por un solo momento se caiga en esa penosa situación.
En lo que se refiere a nuestras conductas sociales, tales como estar en lugares públicos, restaurantes, ir de compras al centro comercial, siempre es importante que nuestra comunidad mexicana mantenga un orden ejemplar y que, a través de nuestro comportamiento digno y apegado a la ley, se pueda demostrar que los mexicanos somos una población educada. Con ello nos evitaremos muchas estigmatizaciones que no solo nos dañan como comunidad, sino que nos exponen a que se tomen acciones ofensivas en nuestra contra o la de nuestras familias.
En especial y considerando lo peligroso que se ha vuelto el tema de los disparos masivos, quisiera recomendarles grandemente que esa antigua tradición, tan arraigada en esta parte de la frontera, de celebrar con disparos al aire la llegada del año nuevo, no la efectuemos. Primero que nada, porque ponemos en peligro la vida de las demás personas, ya que no tenemos control sobre dónde caerá el proyectil y podemos lesionar e incluso matar a alguien. Pero, además, porque es un delito y como tal está sujeto a que lo agentes garantes del orden y la ley puedan arrestarnos y llevarnos detenidos para enfrentar un proceso en el que será difícil defendernos si hemos abusado de esta garantía de poseer un arma.
Otro aspecto importante tiene que ver con nuestras finanzas. En efecto, esta época del año se caracteriza porque en nuestros empleos se nos suele otorgar un bono o aguinaldo como estímulo por el trabajo desempeñado. Muchos de nosotros elaboramos planes de qué hacer con esta cantidad extra. Pero para otras personas es a veces una oportunidad para hacer compras, regalos y muchos otros gastos que, en realidad, vale la pena cuestionarnos si debemos o no incurrir en ellos. Obviamente cada quien decide, pero me parece importante invitar a que cuidemos esta parte del patrimonio y evitemos el dispendio y la ostentación, entre otras cosas porque habrá quienes, aprovechando que la gente gasta y gasta, le pondrán el ojo encima y como amantes de los ajeno pueden ser víctimas de robos o asaltos.
No nos expongamos. Hagamos una buena decisión tomando todas las precauciones. Incluso si se aprovechan las facilidades tecnológicas de hoy en día como son las compras en línea y las entregas a domicilio. En este último punto, es aconsejable que, en la medida de lo posible, siempre haya alguien en casa que puede recoger y guardar las entregas que las compañías de transporte nos hacen.
Quizás se pregunten por qué el Consulado de México proporciona estos consejos. La respuesta es simple: porque nuestro trabajo también es orientar a nuestra población con cuestiones prácticas que evitarán que se pongan en riesgo y por ello estamos pendientes de todo tipo de situaciones que puedan ser convenientes para nuestra gente.
Para terminar, me es muy grato expresarles, a nombre propio y de todo el personal del Consulado de México, nuestros mejores deseos para que pasen una feliz navidad en compañía de sus familias y que el próximo año 2020 lo reciban con salud y alegría para seguir trabajando y cumpliendo sus metas personales y familiares.
Recuerde que en el Consulado de México estamos para servirle y atenderle siempre. Un fuerte abrazo y MUCHAS FELICIDADES.
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