La medida migratoria que Texas deberá eliminar por decisión de un juez.



El Tiempo.

El gobierno de Texas, encabezado por el gobernador, Greg Abbott, recibió un nuevo revés por parte de la justicia en las últimas horas. Un tribunal federal de apelaciones no hizo lugar al reclamo presentado por el estado y convalidó la decisión de primera instancia, la cual obliga a retirar la barrera flotante colocada en el Río Grande para dificultar la llegada de migrantes. Esta decisión se comunica solo días después de que otro tribunal federal autorizara a Estados Unidos a cortar el alambre de púas colocado en distintos tramos de la frontera.

 

Desde hace tiempo, Texas es uno de los territorios que toma medidas más duras contra el ingreso de inmigrantes ilegales. A lo largo de los últimos meses, la administración de Abbott impulsó distintas iniciativas tanto para limitar el ingreso a EE. UU. por sus ciudades como para enviar a otros estados a quienes lograron llegar. Sin embargo, en cuestión de días recibió dos malas noticias de decisiones judiciales.

Texas deberá retirar la barrera flotante del Río Grande, según dictaminó la Justicia de EE. UU.

Las boyas, que comenzaron a ser instaladas en julio, tienen una extensión de más de 300 metros y significan una dificultad para los indocumentados que buscan cruzar por allí. En su momento, la demanda fue presentada por el Departamento de Justicia, quien además de señalar el aspecto humanitario indicaba que la colocación de la barrera incumple la Ley de ríos y puertos de 1899. En septiembre, el juez federal de Austin, David Ezra hizo lugar a esta presentación y ordenó retirar las boyas. La decisión fue apelada por Texas y ahora se conoció la resolución judicial de segunda instancia.

En las últimas horas, el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito de Estados Unidos rechazó el reclamo del estado de Abbott y convalidó la decisión que obliga a retirar esta medida, según consignó.

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