AP.
El sindicato que representa a los trabajadores portuarios de Estados Unidos señaló que 45.000 miembros dejarán de trabajar a medianoche, iniciando una huelga masiva que probablemente cerrará puertos en las costas este y del Golfo.
El paro laboral que se avecina amenaza con paralizar significativamente la cadena de suministro del país, lo que podría derivar en precios más altos y demoras para los hogares y las empresas si se prolonga durante semanas. Esto se debe a que la huelga de los miembros de la Asociación Internacional de Estibadores podría provocar el cierre de 36 puertos, que manejan aproximadamente la mitad de las mercancías que entran y salen de Estados Unidos.
ILA confirmó durante el fin de semana que sus miembros iniciarían piquetes a las 12:01 am del martes. En una actualización del lunes, el sindicato siguió culpando a la United States Maritime Alliance, que representa a los puertos, por seguir “bloqueando el camino” hacia un acuerdo antes de la fecha límite del contrato.
“Los transportistas marítimos representados por USMX quieren disfrutar de las ricas ganancias de miles de millones de dólares que obtendrán en 2024, mientras que ofrecen a los trabajadores portuarios de ILA un paquete salarial inaceptable que rechazamos”, dijo ILA en una declaración preparada. “Los trabajadores portuarios de ILA merecen ser compensados por el importante trabajo que realizan para mantener el comercio estadounidense en movimiento y creciendo”.
ILA también acusó a los transportistas de “matar a sus clientes” con importantes aumentos de precios para los contenedores completos en las últimas semanas. El sindicato dijo que esto se traducirá en mayores costos para los consumidores estadounidenses.
Associated Press contactó a un portavoz de USMX para solicitar comentarios.
Si se prolonga, la huelga obligaría a las empresas a pagar a los transportistas por los retrasos y provocaría que algunos productos llegaran tarde durante la temporada alta de compras navideñas, lo que podría afectar la entrega de cualquier cosa, desde juguetes o árboles de Navidad artificiales hasta automóviles, café y verduras. Los estadounidenses también podrían enfrentar precios más altos a medida que los minoristas sientan la restricción de la oferta.
Los miembros de la ILA exigen salarios más altos y la prohibición total de la automatización de grúas, puertas y camiones portacontenedores utilizados en la carga o descarga de mercancías.
La próxima huelga de los trabajadores de ILA será la primera del sindicato desde 1977.
Si se considerara que una huelga representa un peligro para la salud económica de Estados Unidos, el presidente Joe Biden podría, en virtud de la Ley Taft-Hartley de 1947, solicitar una orden judicial para que se produjera un período de reflexión de 80 días, lo que suspendería la huelga.
Todas las miradas están puestas en las medidas que adopte el gobierno, si es que las adopta, sobre todo a pocas semanas de unas reñidas elecciones presidenciales. Pero Biden ha señalado que no ejercerá ese poder.
Durante un intercambio con periodistas el domingo, Biden dijo “no” cuando se le preguntó si planeaba intervenir en el posible paro laboral.
“Dado que se trata de una negociación colectiva, no creo en Taft-Hartley”, dijo Biden refiriéndose a una ley de 1947 que permite al presidente intervenir en disputas laborales que amenacen la salud o la seguridad de la nación.
.
