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El gobierno de Biden puede seguir aplicando un programa que permite la entrada en Estados Unidos de un número limitado de migrantes de cuatro países por motivos humanitarios, después de que un juez federal desestimara el viernes un recurso interpuesto por estados con gobiernos republicanos.
El juez federal de distrito Drew B. Tipton dijo que Texas y otros 20 estados no habían demostrado haber sufrido perjuicios económicos a causa del programa de permiso condicional humanitario, que permite la entrada en Estados Unidos de hasta 30 mil solicitantes de asilo al mes procedentes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela en conjunto.
“Al llegar a esta conclusión, la Corte no aborda la legalidad del programa”, escribió Tipton.
La eliminación del programa socavaría una política más amplia que pretende animar a los migrantes a utilizar las vías preferidas por el gobierno de Biden para entrar en Estados Unidos o enfrentar duras consecuencias.
Los estados demandantes habían argumentado que el programa los obliga a gastar millones de dólares en atención médica, educación y seguridad pública para los migrantes. Un abogado que trabaja para la Fiscalía General de Texas en la impugnación del programa ante la corte dijo que éste “creó un sistema de inmigración alterno”.
Los defensores del gobierno federal replicaron que los migrantes admitidos al amparo de esta política ayudaban a paliar la escasez de mano de obra agrícola en Estados Unidos.