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Un juez federal dijo el miércoles que encontró causa probable para declarar al gobierno de Trump en desacato criminal por violar sus órdenes de hacer regresar aviones que transportaban deportados a El Salvador.
El juez federal de distrito James E. Boasberg advirtió que podría remitir el caso a la justicia si el gobierno no “purga” su desacato. Boasberg afirmó que el gobierno podría hacerlo devolviendo a la custodia estadounidense a quienes fueron enviados a la prisión de El Salvador en violación de su orden, para que “puedan ejercer su derecho a impugnar su deportación”.
Si el Departamento de Justicia se niega a procesar el asunto, Boasberg dijo que nombrará a otro abogado para procesar el desacato.
“La Constitución no tolera la desobediencia deliberada de las órdenes judiciales, especialmente por parte de funcionarios de un poder coordinado que han jurado cumplirla”, escribió Boasberg.
Esto marca una escalada en la disputa entre los poderes judicial y ejecutivo del gobierno sobre las facultades del presidente para implementar prioridades clave de la Casa Blanca. El presidente republicano ha solicitado el impeachment de Boasberg, mientras que el Departamento de Justicia ha acusado al juez de extralimitarse en su autoridad.
Boasberg, quien fue nominado a la magistratura federal por el presidente demócrata Barack Obama, ordenó al gobierno el mes pasado no deportar a nadie bajo su custodia en virtud de la Ley de Enemigos Extranjeros. Trump invocó la ley de guerra de 1798 ante lo que, según él, fue una invasión de la banda venezolana Tren de Aragua.
Cuando le informaron a Boasberg que ya había aviones en el aire con destino a El Salvador, país que había acordado albergar a los migrantes deportados en una prisión de mala reputación, el juez dictaminó que las aeronaves debían ser devueltas a Estados Unidos. Pero horas después, el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, anunció que los deportados habían llegado a su país. En una publicación en redes sociales, escribió: “¡Uy!… demasiado tarde”, junto a un artículo que hacía referencia a la orden de Boasberg.
La administración Trump argumentó que no violó ninguna orden, señaló que el juez no incluyó la directiva de retorno en su orden escrita y dijo que los aviones ya habían salido de Estados Unidos cuando se emitió la orden.
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