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Como una inspiración y una mujer que lucho por los derechos de las mujeres durante toda su vida, es tan solo uno de los conceptos con los que se describe a la jueza Ruth Bader Ginsburg, a quien hoy rindieron homenaje miles de seguidores desde muy temprana hora frente a su féretro en la sede de la corte, situada enfrente del Capitolio de Estados Unidos.
Ahí le esperaban más de un centenar de secretarios judiciales de la corte, vestidos de negro y con mascarillas del mismo color.
Además de miles de personas que ahí desfilaron también destacó la presencia de senadores y del ex presidente Bill Clinton, que fue quien la nominó como juez a de la Corte Suprema. Estuvo acompañada de su esposa Hillary Clinton.
El mensaje principal de este día estuvo a cargo de John Roberts, presidente de la Corte Suprema, John Roberts, quien con emoción recordó la pasión de Ginsburg por la ópera y cómo acabó convirtiéndose en toda una estrella que ha movido multitudes, incluso a título póstumo.
“Se decía que Ruth quería ser una virtuosa de la ópera pero en su lugar se convirtió en una estrella de rock. Encontró su escenario justo a mi derecha, en nuestra sala judicial”, rememoró.
En ese sentido, Roberts explicó cómo la jueza ha llegado a ser tal ídolo de jóvenes y mayores: “logró triunfos famosos que contribuyeron a acercar nuestra nación a una justicia igualitaria bajo la ley, hasta el punto de que las mujeres son ahora la mayoría en las escuelas de derecho, no simplemente un puñado”.
Hoy continuaran los furnerales y se la vista del presidente Donald Trump y su esposa Melania.
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