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La inflación interanual de México se aceleró en la primera mitad de febrero por encima de lo esperado por el mercado, reforzando las expectativas de que el banco central continuará subiendo su tasa clave siguiendo los próximos pasos de la Reserva Federal (Fed) estadounidense.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó en un 7.22%, después de enfriarse ligeramente durante dos quincenas seguidas, de acuerdo con cifras divulgadas el jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Analistas proyectaban que creciera a un 7.17% desde el 7.01% de la segunda mitad de enero.
Entre los productos que reportaron un incremento en sus precios entre la última quincena de enero y la primera de febrero están el limón (+3.64%), el gas LP (+3.02%) y el pollo (+1.08%).
Por su parte, la inflación subyacente, considerada un mejor parámetro para medir la trayectoria de los precios porque elimina productos de alta volatilidad, registró una variación del 6.52%, a su nivel más alto desde julio de 2001, superando también las expectativas.
Los estados con mayor repunte en la inflación en la última quincena son Quintana Roo, Nuevo León, Hidalgo, Campeche y Jalisco.
El aumento en la inflación sugiere que “el banco central está luchando para contener las presiones sobre los precios”, dijo Nikhil Sanghani, economista de mercados emergentes de Capital Economics.
“El reciente incremento en los precios mundiales de las materias primas como resultado de la crisis entre Rusia y Ucrania mantendrá alta la inflación en los próximos meses, lo que significa que el ciclo de ajuste de Banco de México tiene mucho más por recorrer”, agregó.
El Banco de México, que tiene una meta permanente de inflación de un 3% +/- un punto porcentual, elevó a principios de febrero en 50 puntos base la tasa interbancaria de referencia, en su sexta alza seguida, citando una mayor duración y magnitud de las presiones inflacionarias.
Su siguiente decisión de política monetaria está programada para el 24 de marzo, una semana después de la reunión de la Fed cuando el mercado anticipa que el banco central estadounidense comience a subir las tasas de interés después de mucho tiempo en niveles cercanos a cero.
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