Decenas de indígenas, muchos pintados de negro para representar su dolor y espíritu combativo, bloquearon el lunes una importante autopista en el Amazonas para presionar al gobierno brasileño a que los ayude a protegerse del COVID-19.
El pueblo kayapo mekragnotire culpó a las autoridades por la muerte de cuatro ancianos y las decenas de infecciones en su región en el estado sureño de Pará, cerca de la ciudad Novo Progresso. Los líderes dijeron que personas ajenas a su territorio propagaron el coronavirus entre ellos porque no había restricciones para entrar a su tierra.
Aproximadamente 400 kayapos mekragnotire viven en 15 grupos separados en la región.
Afirman tener pocos médicos, escaso equipo de protección personal y ninguna cama cercana de cuidados intensivos para pacientes con COVID-19. Utilizaron tocados con plumas amarillas, verdes y azules, y portaban arcos, flechas y garrotes. Algunos traían coloridas cuentas, pulseras y cintas para la cabeza de los clubes de fútbol brasileños.
“Aquí la atención médica es precaria. No hay suficientes empleados de atención médica para lidiar con la situación. Necesitamos apoyo urgente en medio de esta pandemia”, dijo Doto Takak-Ire, un líder kayapo mekragnotire. “Necesitamos más provisiones de higiene personal, más mascarillas. Si el gobierno hubiera hecho su trabajo, no estaríamos aquí en medio de la pandemia”.
Dijeron que mantendrían sus troncos y neumáticos extendidos en el camino hasta que las autoridades federales fueran a negociar.
Los manifestantes recibieron algunas mascarillas después de bloquear la autopista, pero pocos parecían saber cómo usarlas. Alexandra Santos, agente del sistema de atención médica indígena del gobierno, SESAI, dijo que al pueblo kayapo mekragnotire le enseñan cómo protegerse del virus. Tomó sus temperaturas, pero de momento no tenía pruebas de coronavirus disponibles.
El Ministerio de Salud de Brasil dijo que el virus ha infectado a casi 20.000 indígenas y matado a por lo menos 338 de ellos. Los expertos creen que ambas cifras están muy por debajo de la realidad. Un conteo del organismo APIB, basado en datos oficiales e información de líderes, indica que más de 25.000 indígenas se han infectado en el país y otros 678 han muerto por el virus.
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