Debido que el próximo 31 de marzo terminará la moratoria para los inquilinos que no han podido pagar su renta a causa de la pandemia del coronavirus, la actual administración presidencial anunció este lunes la extensión hasta el 30 junio de la moratoria contra los desalojos de viviendas por impago del alquiler debido a la crisis económica derivada de la pandemia de coronavirus, cuando el desempleo sigue por encima del 6% y cerca de un millar de personas mueren cada día a causa del COVID-19.
Más de diez millones de personas en Estados Unidos están atrasados en los pagos de alquiler o de la hipoteca y más de cinco millones afirman estar en riesgo de desalojo o ejecución hipotecaria, según una encuesta de la Oficina del Censo.
El paquete de estímulo económico contra la crisis aprobado a principios de este mes por el Congreso proporciona 21,500 millones de dólares en ayudas de emergencia para el alquiler, aunque podría llevar tiempo que el dinero llegue a quienes lo necesitan.
Las prohibiciones de desalojo de inquilinos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) se implementaron por primera vez en septiembre. Los funcionarios de salud pública argumentaron que era necesario para ayudar a detener la propagación de la pandemia en entornos donde se pudiera juntar mucha gente, como los refugios para personas sin hogar.
Biden había extendido la moratoria en enero, poco después de asumir el cargo, hasta finales de marzo, y posteriormente alargó hasta julio la que afecta a las ejecuciones hipotecarias por impago, pero quedaba pendiente la que afectaba a los alquileres e iba a expirar esta semana.
La moratoria se aplica a los inquilinos solteros que ganan 99,000 dólares anuales o menos y a las parejas que ganan menos de 198,000, que deben declarar que no pueden pagar el alquiler debido a las dificultades relacionadas con el COVID-19 y se quedarán sin hogar si son desalojadas.
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