La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos ha ordenado que se realicen revisiones médicas a todos los niños que están bajo su resguardo después de que un guatemalteco de 8 años muriera, siendo el segundo caso de un niño migrante que muere este mes estando bajo custodia de la agencia.
El pasado 13 de diciembre se dio a conocer el caso de Jakelin Caal, una niña guatemalteca de 7 años que murió por deshidratación estando en custodia de agentes fronterizos.
La segunda muerte sucedió durante una disputa en curso sobre la seguridad fronteriza y con un cierre parcial del gobierno causado por la petición del Presidente Donald Trump de financiar un muro fronterizo.
El niño, identificado por las autoridades guatemaltecas como Felipe Gómez Alonzo, había estado detenido por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) junto con su padre, Agustín Gómez, desde el 18 de diciembre. La CBP dijo en un comunicado la tarde del martes que un agente notó que el niño tenía tos y “ojos vidriosos” como a las 9 de la mañana del lunes.
La CBP dijo en un comunicado que necesita ayuda de otras agencias gubernamentales para proporcionar atención médica. La agencia “considera opciones para una sobrecarga de asistencia médica” de la Guardia Costera y podría pedir ayuda al Departamento de Salud y Servicios Humanos, al Departamento de Defensa y a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias.
Un vocero de CBP no pudo responder de momento cuántos niños están actualmente bajo custodia de la agencia. Sin embargo, con un aumento en los cruces fronterizos, la CBP procesa a miles de niños, tanto solos como con sus padres, cada mes.
Los defensores de derechos de inmigrantes y grupos de derechos humanos criticaron fuertemente a la CBP tras la muerte de Felipe.
El cadáver de Jakelin Caal de 7 años, quien murió a comienzos de mes, fue devuelto a su pueblo el pasado fin de semana.
La Casa Blanca canalizó las preguntas sobre el caso más reciente al Departamento de Seguridad Nacional (DHS), la agencia encargada de CBP. Funcionarios de la Patrulla Fronteriza y CBP siguen trabajando a pesar del cierre.
El comisionado de CBP Kevin McAleena dijo en un comunicado que la muerte del niño fue una “pérdida trágica”. La agencia dijo que ha notificado al inspector general de DHS.
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