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La administración del presidente Donald Trump planea implementar un nuevo requisito para los migrantes indocumentados mayores de 14 años en Estados Unidos: registrarse y proporcionar sus huellas dactilares al gobierno o enfrentar posibles sanciones penales, informó The New York Times.
La medida, revelada este martes por el Departamento de Seguridad Nacional en un comunicado, busca endurecer las políticas migratorias y presionar a los migrantes para que abandonen el país voluntariamente.
The New York Times destacó que el anuncio representa una escalada en los esfuerzos del gobierno de Trump por reducir la presencia de migrantes sin documentación en el país.
La administración ha enfatizado en repetidas ocasiones que los migrantes deben irse “por su cuenta”, y ahora agrega una amenaza implícita al exigir su registro oficial.
“El presidente Trump y la secretaria Noem tienen un mensaje claro para quienes están aquí de manera ilegal: váyanse ahora”, declaró la portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin.
La medida se enmarca dentro de un conjunto de órdenes ejecutivas firmadas por Trump en su primer día de mandato.
El plan establece sanciones civiles y penales, como multas, para quienes no se registren, aunque su cumplimiento generalizado parece poco probable.
Según expertos, la norma busca ampliar los motivos de detención y deportación. “Se trata de una estrategia para generar miedo e incertidumbre entre los migrantes y sus familias”, advirtió Cris Ramón, asesor de migración de UnidosUS.
La disposición no afecta a residentes permanentes, personas en proceso de deportación ni a quienes ingresaron con visas. Sin embargo, los padres de menores indocumentados deberán registrarlos.
Este nuevo requisito se basa en una ley impuesta en el marco de la Segunda Guerra Mundial que obligaba a los migrantes a registrarse en oficinas de correos, aunque hasta ahora no se había aplicado de manera generalizada.
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